Por Jorge Meléndez Preciado
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 02 de junio de 2024.- El domingo iremos a sufragar en una elección sumamente importante. Usted seguramente ha visto las encuestas y notará que hay estados donde la balanza no se inclina claramente a un lado.
Entre los más competidos están: Ciudad de México, Jalisco, Yucatán y Guanajuato. Busque los sondeos y tome su decisión con la mayor sapiencia.
Yo jamás he votado por el PRI o el PAN, organizaciones que han mostrado su preferencia por los poderes económicos, políticos y mediáticos, entre otros. Y, obviamente, ahora no cruzaré, ni loco, esas siglas.
Pero tengo dudas por millones de compatriotas honestos que deben elegir. Por ejemplo, ¿apoyarían al farsante de Cuauhtémoc Blanco como diputado luego del desastre que produjo en Morelos y antes fue acusado de zarandear a mujeres?
Yo no lo haría, y quizá me abstendría en dicho caso.
Cuando inicié mi deber ciudadano, puse unas siglas que enarboló la izquierda “Reforma Electoral Democrática” (RED), ya que no había partido serio opositor a la dupla horrorosa.
Después, voté por Valentín Campa Salazar, poniendo su nombre completo, cuando José López Portillo no tuvo contrincante efectivo al frente.
Luego de la reforma de Jesús Reyes Heroles, sufragué por el Partido Comunista Mexicano (PCM), en cuya lista iba como diputado suplente de Gilberto Rincón Gallardo, el cual le falló, gravemente, a sus electores. No obstante pude elaborar una propuesta de Ley de Comunicación Social, al lado de Froylán López Narváez, Miguel Ángel Granados Chapa, Fátima Fernández Christlieb, Gustavo Esteva, entre otros, la cual jamás se discutió en una Cámara de Diputados que ni siquiera la tenía en su archivo. Por fortuna se publicó en el último Machete, cuyo jefe de redacción era Humberto Musacchio y director el hoy desilusionante, Roger Bartra.
Después vino el PRD, Cuauhtémoc Cárdenas y siguió Andrés Manuel, a quienes he apoyado.
Pero leyendo a Genaro Lozano (Reforma, 28 de mayo), creo que deberemos, muchos, ponderar nuestro voto según los candidatos, ya que Morena se ha convertido en una organización donde caben hasta los antiguos enemigos de la izquierda que luchó sin restricciones por los cambios que vivimos y muchos que faltan.
Yo en Coyoacán, no obstante que va como alcalde una ex priista, Hannah de la Madrid, lo haré por ella en virtud de conocer que Giovanni Gutiérrez es seguidor del fugado, Mauricio Toledo, el cual formó una pandilla que ha manejado esta demarcación para hacer negocios y no solucionar ningún problema. Los comerciantes, por cierto, han sido extorsionados con clausuras al no dar sus moches a los inspectores.
Por tanto, ojalá uno pudiera votar “todo Morena”, pero en ocasiones, como dice mi teórica, hay que hacerlo tapándose la nariz.
Pero si usted tiene alguna opción mejor, no dude, ya que en ocasiones los contrapesos son importantes.
Lo único es decir NO a la reversa.