AP. Ciudad de México. 12 de enero de 2023.- Las inversiones canadienses en México, sobre todo en minería y en un proyecto de gasoducto para el sureste mexicano, así como los problemas de empresas canadienses en el sector eléctrico centraron la reunión del miércoles entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
La cita se celebró tras la cumbre de los tres líderes norteamericanos a la que asistió también el estadounidense Joe Biden y que tuvo lugar la víspera con el objetivo compartido de tener una América del Norte más fuerte en materia de económica, comercial y para la gestión de la migración.
López Obrador y Trudeau tuvieron un encuentro privado antes de la reunión con sus delegaciones.
La apertura de la mesa de trabajo fue, sin embargo, muy distinta a la bilateral con Estados Unidos. Frente a lo ríspido del cruce de mensajes con Biden, todo fue armonía con Trudeau.
El mexicano celebró que las inversiones canadienses en México estén al alza y dijo que por eso surgen problemas. Pero se comprometió con Trudeau a “recibir a las empresas que puedan tener asuntos pendientes, alguna inconformidad con la actitud del gobierno”. “Siempre estamos abiertos al diálogo”, agregó.
Canadá, junto a Estados Unidos, tienen abierta una controversia en la que señalan a México de incumplir el tratado de libre comercio norteamericano, el T-MEC, ya que el país tiene leyes del sector eléctrico que favorecen a las energéticas estatales mexicanas frente a inversionistas privados y extranjeros, centrados en energías limpias.
En un encuentro con periodistas tras la cumbre, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, indicó que la controversia energética se sigue abordando en los canales específicos que tiene para ello el tratado de libre comercio. “Por eso se creó el T-MEC,” indicó. “Cuando hay diferencias, allá es el camino donde se tienen que resolver.”
Justin Trudeau calificó la alianza con México como “muy sólida”, indicó que esa relación se ha profundizado en los últimos años y dijo que ambos mandatarios trabajaban para estrechar aún más esos lazos y el aporte común a la alianza de América del Norte.
Entre las inversiones en marcha, el presidente mexicano destacó una “cuantiosa y muy importante” gracias a la que se construirá un gasoducto que suministrará gas natural al sureste mexicano, un proyecto de la firma TC Energy —también conocida como TransCanada-, por 4.500 millones de dólares.
Según un comunicado de la empresa de hace unos meses, el gasoducto tendrá más de 700 kilómetros, se prevé que entre en servicio a mediados de 2025 y se iniciará en tierra, en Tuxpan (Veracruz) —centro del Golfo de México—, para continuar mar adentro y llegar a la zona del istmo, la parte más estrecha de México donde el gobierno quiere impulsar un corredor con varios centros industriales.
Trudeau enfatizó que tanto México como Canadá son “países progresistas que ponen por delante la igualdad, la justicia, las oportunidades para todos” y la creación de empleos así como la protección del medioambiente y el apoyo a los pueblos indígenas y las mujeres.
Los mandatarios no ofrecieron detalles sobre las inversiones en minería, explotaciones que en México —como en otros países— son objeto de críticas por grupos ecologistas y de derechos humanos.
Empresas canadienses tienen algunas de las más importantes explotaciones mineras en el país, sobre todo de oro y plata.
López Obrador se ha jactado de que durante su administración no se han dado concesiones a nuevas explotaciones aunque su gobierno está muy interesado en explotar yacimientos de litio en el norte del país.
Horas después del encuentro, se dio a conocer que México y Canadá ganaron una queja contra Estados Unidos sobre cómo aplicar los requisitos de contenido del sector automotriz en el marco del T-MEC.
Según el panel de controversias, la interpretación de las normas por parte de Estados Unidos es “inconsistente” con el T-MEC.
El panel determinó que “el T-MEC permite a los fabricantes de vehículos considerar a las partes esenciales de un vehículo terminado (motor, transmisión, carrocería, etc.) como originarias, una vez que, por separado, dichas autopartes hayan cumplido con el porcentaje mínimo de contenido regional (75%), utilizando las metodologías alternativas que el mismo tratado establece”, indicó la Secretaría de Economía de México en un comunicado.
México informó que en los próximos días iniciará un proceso de diálogo y cooperación con sus socios para la atención del informe final.