López Obrador descarta que las protestas de Ayotzinapa sean un riesgo para las elecciones
EFE. Ciudad de México. 15 de abril de 2024.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó este lunes que sean un riesgo para las elecciones del 2 de junio las protestas y el boicot que anunciaron activistas y familias de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
“No, no, para nada (hay riesgo), y sí, yo tengo que hablar con los padres y lo voy a hacer, con las madres, con los padres, pero lo que no quiero es que haya manipulación con fines electorales”, expuso durante su rueda de prensa matutina.
El gobernante mexicano respondió así a la información publicada por la prensa el domingo sobre un documento aprobado por la Asamblea Nacional Popular (ANP), que tras un encuentro con padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, acordó un «boicot» a las campañas y el proceso electoral.
Los activistas y las familias acusan a López Obrador de no cumplir con su promesa de resolver el caso Ayotzinapa, que ocurrió en septiembre de 2014 en el sureño de Guerrero, y han cuestionado al mandatario por no querer reunirse con los familiares de los normalistas desaparecidos antes de las elecciones.
“Vamos a ver su propuesta. Es que no queremos que un asunto tan importante, serio, de justicia lo conviertan en una cuestión politiquera”, comentó ahora el presidente.
El gobernante mexicano acusó a los representantes de los padres y madres de Ayotzinapa de empujar este tipo de reclamos e, incluso, recordó que el pasado 6 de marzo, cuando un grupo de normalistas derribó una puerta del Palacio Nacional, dijeron que buscarían a una de las candidatas, en referencia a la opositora Xóchitl Gálvez.
“Me da mala espina. Y tengo elementos como para decir que hay que evitar provocaciones, no caer en trampas, que no utilicen estos casos con propósitos electorales, que si tienen diferencias con nosotros en lo ideológico, lo político, lo podamos resolver”, enfatizó.
La presión para que López Obrador resuelva el caso Ayotzinapa, una de sus principales promesas de campaña, ha crecido durante las campañas rumbo a las elecciones presidenciales del 2 de junio en medio de protestas de estudiantes actuales que lo acusan de proteger al Ejército porque hay militares involucrados.