López Obrador eleva el tono de las criticas a la Corte Suprema de México
“Una cosa es que violen la constitución… cobrando más de lo que cobra el presidente y otra es ya querer dar un golpe de Estado neutralizando al Poder Ejecutivo”, indicó durante su conferencia matutina. “Es cancelar el poder, sería un golpe de Estado técnico”.
La tensión entre el gobierno y el poder judicial ha sido constante durante esta administración porque muchas las leyes aprobadas gracias a la mayoría oficialista en el Parlamento —por ejemplo las energéticas o algunas de seguridad —- y ciertas decisiones decretadas desde el Ejecutivo han sido recurridas en los tribunales.
Una de las denuncias del mandatario es que la Corte está violando la Carta Magma porque no cumple con una reforma constitucional para que ningún funcionario pudiera ganar más que el presidente pero esa ley fue recurrida. También es habitual que tache a los jueces de corruptos.
Cuando López Obrador hizo el lunes los comentarios sobre el temor a un “golpe de Estado técnico” hacía alusión a una decisión de un juez federal que amparó a comunidades de los estados de la península de Yucatán, en el sureste del país, y decretó la suspensión del desmonte de terrenos en parte de los tramos donde se está construyendo el Tren Maya, el megaproyecto de infraestructura del gobierno que pretende conectar todos los sitios turísticos de la península con un ferrocarril que ha sido fuertemente criticado por grupos ecologistas.
La decisión fue anunciada el domingo por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y según el presidente el gobierno aún no ha sido notificado. La sentencia la tomó un juez de distrito, no la Suprema Corte, y es apelable.
Sin embargo, el presidente incluyó a todos los jueces en el mismo saco de las críticas.
López Obrador indicó que los magistrados “van a seguir queriendo parar las obras pero no van a poder porque de acuerdo a la constitución, a las leyes, tenemos nosotros el derecho de hacer obras en beneficio del pueblo… No se va a poder cancelar las obras, no se puede”.
Una de las estrategias que utilizó el mandatario para poder seguir adelante con el Tren Maya fue considerarlo un proyecto de “seguridad nacional” mediante un decreto.
El domingo hubo una marcha de apoyo al alto tribunal que acabó en una riña entre quienes defendían a la corte y sus críticos en la que tuvo que intervenir la policía.
Mientras unos sectores denuncian que el actual gobierno quiere eliminar la división de poderes, otros argumentan que la tensión que se vive demuestra que el Poder Judicial es un contrapeso del Ejecutivo.
Una tensión como la que vive México entre el poder ejecutivo y el judicial ha ocurrido también en otros países, como El Salvador, cuando la Corte Suprema de ese país intentó paralizar algunas medidas del presidente Nayib Bukele, por ejemplo, durante la pandemia.