López Obrador lamenta muerte de la «extraordinaria» activista Rosario Ibarra
EFE. Ciudad de México. 18 de abril de 2022.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó este lunes el fallecimiento de la activista Rosario Ibarra de Piedra, considerada una referente de la búsqueda de hijos desaparecidos en México.
«Doña Rosario, todo nuestro cariño a doña Rosario. Una mujer extraordinaria. Una heroína, aunque a ella no le gustaría que se le llamara de esa manera, pero como ella era respetuosa de la libertad, yo lo puedo decir», dijo el mandatario en el Palacio Nacional.
El presidente de México lamentó así la muerte de la activista Rosario Ibarra, fallecida este fin de semana a los 95 años.
«Es una pérdida, es una de las mujeres más consecuentes de los últimos tiempos en la historia de nuestro país. Una mujer excepcional porque sale de su casa en busca de su hijo y no deja de hacerlo hasta su muerte», subrayó el mandatario mexicano, quien el sábado ya envió sus condolencias por Twitter.
Rememoró que al recibir la Medalla Belisario Domínguez por parte del Senado en 2019, ella ya no pudo ,pero envió una carta «muy acorde con sus convicciones».
«Me pidió que yo hiciera todo lo que estaba de mi parte para encontrar a desaparecidos y luchar junto con los familiares de las víctimas de la violencia», agregó el mandatario.
Y de ahí surgió la «propuesta respetuosa» para que su hija (Rosario Piedra Ibarra) fuera hoy la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), aunque lograr este nombramiento «costó».
«Se habló hasta de que se había cometido un fraude», remarcó. Y habló de un «profundo odio» de la oposición hacia doña Rosario y sus convicciones.
UNA REFERENTE
Nacida en 1927 en Saltillo, capital del norteño estado de Coahuila, María del Rosario Ibarra fue durante décadas la activista social más reconocida del país, se convirtió en la primera mujer candidata a la Presidencia de México y estuvo nominada al Premio Nobel de la Paz.
Su incursión en la política fue en buena medida forzada tras el secuestro de su hijo Jesús Piedra, acusado de pertenecer a la guerrilla Liga Comunista 23 de Septiembre y desaparecido durante la llamada «guerra sucia» contra la disidencia emprendida por el gobierno autoritario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En 1977, ante la falta de esclarecimiento del paradero de Jesús, Ibarra fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, conocido como Comité ¡Eureka!, que contabilizó al menos 564 desaparecidos por la represión del Estado mexicano durante la década de 1970.
Conocidas como «doñas», unas 80 madres de desaparecidos lideradas por Ibarra se enfrentaron al Estado con diferentes movilizaciones, algunas destacadas, como la huelga de hambre de agosto de 1978 frente a la Catedral de la Ciudad de México, un espacio que estaba vetado a las manifestaciones.
Estas protestas, junto a las condenas de Naciones Unidas, llevaron a México a promulgar una ley de amnistía en 1978 que liberó a algunos disidentes y permitió el regreso de exiliados, pero nunca se supo el paradero de muchos de los desaparecidos, como Jesús.
Por ello, Ibarra optó por la vía institucional y en 1982 hizo historia al convertirse en la primera mujer candidata presidencial de la historia de México, con el Partido Revolucionario de los Trabajadores.