Pronunciamiento del Encuentro Internacional el Sur Resiste “Capitalismo corporativo mundial, Patriarcado planetario, Autonomías en rebeldía”

CIDECI-UNITIERRA / CARACOL JACINTO CANEK 7 de mayo 2023.

A la Comandancia General del EZLN:

Al Congreso Nacional Indígena:

Al Concejo Indígena de Gobierno:

A las organizaciones nacionales e internacionales que luchan y resisten:

A los medios de comunicación libres, alternativos, independientes o como se llamen:

A los pueblos de México y el mundo:

Desde el Corazón de la tierra donde nació, creció y se reproduce la digna rabia, los pueblos rebeldes de las geografías del Sur Sureste que caminamos la caravana El Sur Resiste 2023, pueblos binnizá, Ayuuk, Nahua, Nuntajiyi (Nuntajuyi), Maya, Chol, Zoque, Tzeltal, Tojolabal, Tsotsil y mestizos, convocados por diversas organizaciones de esta geografía y por el Congreso Nacional Indígena, recorrimos los territorios afectados por los megaproyectos militares interconectados, Tren mal llamado Maya y el Corredor Interoceánico. Llegamos al territorio zapatista del CIDECI-UNITIERRA / Caracol Jacinto Canek en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde nos reunimos con muchos otros pueblos y organizaciones de los pueblos originarios y las zonas urbanas del sur sureste del país y de otras muchas regiones de nuestra Madre Tierra para compartir los dolores, esperanzas y estrategias de articulación, aprender de las luchas de otras geografías y seguir tejiendo redes solidarias de resistencia y rebeldía planetaria.

Del 25 de abril al 4 de mayo, los integrantes de la Caravana El Sur Resiste viajamos por comunidades y pueblos de ocho Estados de la República Mexicana; partiendo de la comunidad de El Progreso, municipio de Pijijiapan, con una escala en Tonalá, recorrimos la costa de Chiapas y cruzamos el Istmo de Tehuantepec, desde la comunidad Binniza en resistencia de Puente Madera, municipio de San Blas Atempa, pasando por el campamento rebelde “Tierra y Libertad” en el paraje de la comunidad Aayuuk de Mogoñe Viejo, municipio de San Juan Guichicovi ambas comunidades del estado de Oaxaca y llegando a la comunidad nahua de Oteapan en el Sur de Veracruz. De ahí, emprendimos el recorrido rumbo a los territorios mayas de la península de Yucatán, atravesando el Estado de Tabasco por Villahermosa y la comunidad costera de El Bosque devorada por el mar por efecto del calentamiento global, llegando a Candelaria, Campeche, y siguiendo la ruta hasta la comunidad de Zakí, hoy nombrada Valladolid en Yucatán y la comunidad de Noj Kaaj Santa Cruz, hoy Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo, regresando por Xpujil nuevamente en territorio campechano para regresar a Chiapas y encontrarnos con los pueblos zoque, chol, tsotsil, tojolabal y tzeltal, con una parada en Palenque, cruzando la región de los Altos para llegar a nuestro destino final, Jovel, hoy San Cristóbal de las Casas.

En toda esta travesía, nuestros corazones, sentires y pensares se abrieron a la escucha y la observación de los múltiples dolores y destrozos provocados por la voracidad del gran capitalismo mundial que en cuerpo propio palpamos a través del constante hostigamiento a nuestra caravana por parte de los cuerpos policíacos y militares del Estado Mexicano.

En estos tiempos de re-acomodos geopolíticos mundiales donde los grandes capitales de los bloques occidental y asiático aceleran el proceso de esta nueva etapa de guerra de colonización, disputándose los territorios de nuestro planeta, destruyendo la madre naturaleza, despojando, explotando y expulsando a los pueblos y asesinando y desapareciendo a quienes se oponen a ellos, constatamos la complicidad de los estados y del crimen organizado en sus variadas modalidades todas ellas sanguinarias.

Afirmamos que estamos ante la mayor expresión del sistema de poder patriarcal heredado de miles de años atrás e instalado en nuestras tierras desde hace más de 500 años con la invasión europea genocida. Atestiguamos sus efectos devastadores en nuestros territorios pero también sentimos con gran fuerza las resistencias de nuestros pueblos, que han salvaguardado nuestra existencia misma como pueblos originarios.

En este re-acomodo mundial, el Sureste mexicano y el Istmo de Tehuantepec, juegan un papel estratégico en los intereses de las corporaciones mundiales para unir por tierra en tan sólo 200 kilómetros el océano Pacífico con el Atlántico y facilitar el transporte de mercancías, hidrocarburos y otros recursos del sub-suelo. El corredor interoceánico ha sido lugar de transito desde tiempos ancestrales de las rutas comerciales de los pueblos, pero en tiempos de la colonia y de la dictadura de Porfirio Diaz, así como durante los gobiernos del siglo XX y XXI han intentado apropiarse de él sin conseguirlo, esto por la resistencia histórica de los pueblos de la región.

Este gobierno que se auto nombra de la cuarta transformación no es diferente, ya que contempla la modernización de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, la construcción de una autopista y la modernización de la vía férrea para trenes de carga que no solo conectará los dos puertos sino que también lo hará con el tren que llaman maya en la Península de Yucatán.

Por eso decimos que el Corredor Interoceánico, el Tren mal llamado Maya y el Proyecto Integral Morelos en el centro del país son parte de una red de interconexión y suministro de energía para las corporaciones que operarán en el sur del país y centroamérica, la mayoría de ellas de capital privado y extranjero.

Se instalará una línea de alta tensión y la ampliación del gasoducto del istmo que pretenden conectar con la nueva tubería marítima que traerá el gas fracking de Texas hasta nuestras tierras. Este proyecto se construirá a lo largo del litoral veracruzano, en la cercanía del sistema arrecifal, desde Tuxpan hasta Coatzacoalcos y con otro ramal marítimo hasta la nueva refinería Dos Bocas también parte de este megaproyecto.

Esta infraestructura refleja la profundización de un modelo, basado en la extracción de hidrocarburos fósiles, que durante el siglo XX aceleró, de manera nunca antes vista, los indicadores de contaminación y del calentamiento global, reforzado por energías supuestamente limpias en manos del gran capital extranjero que no representa ninguna transición energética justa para los pueblos.

Efectivamente el proyecto no contempla solamente la construcción de estas infraestructuras sino también la apertura de nuevos territorios para la extracción de hidrocarburos, minería y la implementación de parques industriales y eólicos así como la construcción de nuevos centros urbanos para trabajador@s semi-esclavizad@s nacionales, pero en su mayoría migrantes que por orden del amo del Norte ser@n detenid@s a la altura del Istmo haciendo de este territorio un nuevo muro de contención humana.

En los territorios mayas de la Península de Yucatán y los estados de Chiapas y Tabasco, se gesta un nuevo reordenamiento territorial para ponerlo al servicio de los grandes capitales de los desarrollos turísticos e industriales.

La Caravana presenció la devastación de la selva para abrir paso a las vías del tren, cientos de kilómetros y millones de árboles talados ahí donde antes caminaba el venado y el jaguar. Los flujos de la sagrada agua están siendo modificados con consecuencias catastróficas para los pueblos a los que nombrarán en un futuro como desastres naturales.

En territorios mayas que fueron víctimas a principios del siglo XX del Genocidio promovido por el Estado durante la Guerra Social Maya, hoy el tren y los megaproyectos que se imponen ilegalmente son parte de las nuevas prácticas genocidas.

La construcción de ese tren, viene acompañada de la instalación de 21 estaciones y zonas de desarrollo turístico, parques eólicos y fotovoltaicos, termoeléctricas, cerveceras, granjas de cerdos, cultivos de palma, soja y otros monocultivos, así como grandes desarrollos inmobiliarios, complejos hoteleros, centros comerciales, casinos, restaurantes y todo lo necesario para las grandes masas de turistas que se espera arriben a la península, provocando el despojo, el extractivismo voraz y la destrucción de las formas de vida de los pueblos mayas.

Tanto en la península como en el Istmo, mediante la desinformación y las falsas promesas de bienestar ligado al manejo engañoso de conceptos como el progreso y el desarrollo donde los programas sociales han jugado un papel fundamental, por miedo a la violencia, a la separación de la comunidad y a la posible perdida de los programas sociales muchas personas callan y no se organizan, aún sabiendo y viendo la violencia creciente y la destrucción de los territorios.

Pero son cada día más evidentes los males que llegan con estos megaproyectos de muerte. Todas estas infraestructuras representan el despojo de nuestros territorios para beneficio de los grandes capitales como parte de un proyecto operado por las fuerzas armadas de México, ejercito, marina y guardia nacional en coordinación con los cuerpos policíacos y migratorios y en contubernio con los carteles de la delincuencia organizada y la consecuente expansión de las economías criminales capitalistas y patriarcales.

Escuchamos y atestiguamos que el primero de los despojos es el de la ancestralidad y de la comunalidad, porque cuando nos despojan del sentido de pertenencia a la madre tierra dejamos de sentirla, de escucharla y sentir sus dolores. Primero nos despojan de nuestra memoria y nuestra espiritualidad para así poder despojarnos de nuestro modo de vida, de nuestras raíces y de la tierra , porque quien ya no ve en ella a una madre, sino una mercancía que se puede comprar y vender, se deshace de ella sin pensar en lo que le harán quienes lo único que quieren es explotarla, arrancar de raíz sus árboles y envenenarla sin que les importe la destrucción de nuestras comunidades y de nuestros centros ceremoniales, la contaminación del aire, de la tierra y de las aguas, manantiales, ríos, lagunas, mares y los cenotes que son las aguas de las entrañas de nuestra madre.

Vimos como el mar está literal y trágicamente tragando la comunidad de El Bosque en Tabasco, como consecuencia del cambio climático provocado por la mega contaminación planetaria, particularmente por el modelo energético basado en la extracción de hidrocarburos, que este gobierno y el gran capital refuerzan.

También constatamos el aumento terrible de una cultura de violencia que ha permeado toda la sociedad desde las comunidades hasta los barrios de las ciudades con el narcotrafico, la extorsión, el cobro de derecho de piso, afectando particularmente a la juventud, a las mujeres, a l@s migrantes, y a l@s defensores ambientales y de derechos humanos y ambientales.

Cada vez más jóvenes de las comunidades indígenas y de los barrios pobres de las ciudades caen víctimas de las redes del narcotráfico, como una de las pocas “alternativas” de superación en medio de este desastre, autodestruyen su cerebro con drogas baratas como el cristal, se convierten en sicarios y terminan asesinad@s.

Particularmente, notamos el aumento de la violencia de género desde la violencia familiar hasta los feminicidios con la aterradora cifra de 13 mujeres asesinadas diario en nuestro país y un claro aumento de la represión contra quienes se oponen a los megaproyectos, defienden el territorio y denuncian la impunidad y cadenas de complicidad, represión que va desde las amenazas, los desplazamientos forzados, los encarcelamientos, las desapariciones y los asesinatos.

Identificamos las políticas racistas, la estrategia de persecución y la estigmatización del Instituto Nacional de Migración en contra de nuestr@s herman@s migrantes que negaron la entrada al país a nuestr@s compañer@s de Honduras, Guatemala y el Salvador.

Comprobamos la sistemática violación de los derechos de los pueblos indígenas y particularmente el derecho a la autodeterminación y a la autonomía cuyo ejercicio resulta imprescindible para reconstruir desde nuestras raíces culturales ancestrales una vida libre y digna basada en la comunalidad desde la toma de decisiones en asambleas, con respeto pleno a las mujeres, a las otroas, a las juventudes, la niñez y a las personas mayores y en armonía con la naturaleza.

Constatamos la presión de todas las dependencias de gobierno empezando por la procuraduría agraria para que los núcleos agrarios y comunidades indígenas pasen al dominio pleno y así acabar con la propiedad social de la tierra que representa la fuerza de nuestras luchas.

Pero en contraste con todas estas calamidades, la Caravana nos permitió también, recorrer la esperanza y la vida, encontrarnos con el campo y sus semillas nativas que están siendo protegidas por manos campesinas. Sentir la alegría de la música rebelde que entusiasma los corazones e inspira la resistencia. Disfrutamos el arte como frente de lucha que con sus colores, sonidos y algarabía nos permite continuar en la alegre rebeldía.

La Caravana nos permitió encontrarnos con la selva que resiste. Ahí donde talan los árboles brota nuevamente la vida. Escuchamos a las aves y sus mensajes, bebimos el agua cristalina de los pozos y respiramos el aire limpio de la ruralidad. Encontramos a pueblos y comunidades que se organizan, resisten y no permiten ni el despojo ni siquiera la entrada de las empresas en sus territorios. También toman medidas para recuperar formas de vida que construyan autonomías esperanzadoras para la humanidad. Por otras parte, nos encontramos con ciudades rebeldes que construyen colectividad y autonomía en medio de los monstruos urbanos donde florece nuevamente el amor a la tierra y al territorio.

Ofrendamos a la madre tierra, invocamos al espíritu del fuego, del agua y del aire reconociendo que las luchas largas se sostienen de la espiritualidad ligada al territorio y a nuestra ancestralidad. Sabiendo que no buscamos una victoria final sino que luchamos al igual que hicieron nuestros abuelos y abuelas y antes de ell@s, nuestr@s ancestr@s y como lo seguirán haciendo nuestr@s hij@s y niet@s. Como lo reafirmamos en los 10 grupos de trabajo del encuentro del Sur/sureste del día 5 de mayo, nosotros y nosotras construimos otros mundos posibles celebrando lo que vamos cosechando y reconociendo que nuestra fuerza viene de la memoria y la sabiduría como pueblos que luchan. Hemos reflexionado que resistimos a través de abrazar los valores de la vida plena y digna cercana a la tierra, como el cultivo de nuestros alimentos, la medicina tradicional y el resguardo de nuestros pueblos a través de las guardias comunitarias.

Reconocimos que aún en medio de toda la destrucción de los capitalistas son muchos los logros que vamos cosechando: Lo primero y más importante es que después de 500 años de intento de exterminarnos aquí seguimos, la organización desde lo comunitario contra el despojo, de igual manera las tierras recuperadas en diferentes pueblos, la lucha de las mujeres por el reconocimiento y ejercicio de sus derechos, la lucha por el agua, la liberación de presos políticos, la reubicación de las estaciones del tren en Mérida y Campeche, el establecimiento de zonas libres de proyectos extractivos, la conservación de las lenguas y las fiestas tradicionales y la construcción de autonomías.

Después de la caravana y nuestro encuentro interno nos congregamos 940 personas de 40 pueblos originarios del mundo, de 27 estados de la República, de 30 países y de 10 regiones autónomas en el Encuentro Internacional “Capitalismo corporativo mundial, Patriarcado planetario, Autonomías en rebeldía”. Escuchamos la palabra de 5 ponentes para analizar y estudiar la situación geopolítica del mundo, de México, en específico de la zona sur sureste y del sur global. Escuchamos también la compartición de experiencias de lucha de todas estas regiones así como las propuestas para continuar la construcción de la autonomía.

Las hermanas y hermanos de Abya Yala de Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Colombia, Ecuador, nos compartieron la situación que les toca enfrentar y constatamos que este sistema capitalista depredador está actuando de igual manera en todas las geografías donde los pueblos aún resguardan los bienes naturales, culturales y la vida en sí misma. Pero de igual manera constatamos la alegría, la fuerza y la organización viva de los pueblos organizados

Denuncias:

Denunciamos el violento desalojo del campamento Tierra y Libertad así como el encarcelamiento de 6 compañer@s perpetrado por la marina y la policía estatal el 28 de abril, un día después del paso de nuestra caravana. Exigimos al gobierno de Oaxaca y al gobierno federal el cese inmediato del hostigamiento en contra de los defensores de la tierra y del territorio y particularmente en el caso del campamento tierra y libertad en el Istmo y el desistimiento de las ordenes de aprehensión en contra de 17 integrantes de la comunidad de Puente Madera, San Blas Atempa y la absolución del compañero David Salazar vinculado a proceso.

Repudiamos la política migratoria racista y violatoria de los derechos de este gobierno que impidió la entrada de la hija de la compañera Berta Cáceres prohibiéndole volar a la ciudad de México teniendo todos los papeles en regla y el hostigamiento contra 7 compañeras y compañeros centroamericanos en el puesto fronterizo de Tapachula, Chiapas.

Exigimos que en el ejido Nicolás Bravo sea revocada la asamblea ilegal del 5 de marzo del 2023 donde de manera ilegal se aprobó el paradero del tren mal llamado maya en favor del grupo Azcarraga dueños de Televisa y que dañará más de 100 centros ceremoniales mayas.

Exigimos la cancelación de la orden de desalojo de la comunidad de Emiliano Zapata III municipio de Candelaria Campeche promovida por el supuesto propietario Fernando Oropeza Arispe y ordenada por juez civil de primera instancia del estado de Campeche. De igual manera la cancelación de las ordenes de aprehensión de los compañeros de la comunidad.

Cancelación inmediata de los trabajos del tren mal llamado maya, en especial la construcción ilegal del tramo 7, la instalación del casino militar y el desarrollo turístico en la comunidad de Xpujil ya que a pesar de la suspensión definitiva otorgada por un juez federal la SEDENA sigue su construcción en desacato de la orden federal.

Cese de la presión de la Procuraduría Agraria a las comunidades y ejidos para convertir la tierras de propiedad social a dominio pleno acabando con las tierras colectivas de las comunidades indígenas del país.

Reubicación urgente e inmediata de la comunidad El Bosque en el municipio de Centla, Tabasco quienes son desplazados ambientales víctimas del calentamiento global producido por el sistema extractivista voraz que continua depredando y deforestando los territorios.

Exigimos la inmediata libertad de todos los presos políticos de este país, presos políticos solidarios de la voz del amate, Fidencio Aldama, los presos de Eloxochitlan de Flores Magón, Oaxaca, tod@s l@s encarcelad@s injustamente por defender el agua y los territorios y del compañero base de apoyo del EZLN Manuel Gómez Vázquez y la revocacion de la sentencia de 50 años en contra del compañero Miguel Ángel Peralta Betanzos perseguido políticos de Eloxochitlan.

Acompañamos y nos sumamos con firmeza a la exigencia de las y los familiares de víctimas de violencia feminicida en México para lograr verdad, justicia, reparación y no repetición, no sólo para las mujeres violentadas sino particularmente para la niñez (hijas, hijos, hermanas y hermanos), víctimas colaterales de esta violencia infame en este país que se empeña en sembrar miedo, muerte e impunidad. ¡Ni perdón, ni olvido! ¡Castigo a los culpables! (facebook: @FeminicidiosCrimenesdelesahumanidad, @FatimaVariniaEnTuHonorYRecuerdo, @JusticiaParaLupitaBastida)

En el caso del ejido de Tila, Chiapas, exigimos la ejecución de la sentencia del RAN favorable a la recuperación de las 130 hectareas que se les ha arrebatado el municipio.

Exigimos presentación con vida para los miles de desaparecidos del país, del comunero Antonio Díaz Valencia y el abogado Ricardo Lagunes Gasca quienes fueron desaparecidos por un conflicto de la comunidad de Aquila, Michoacán con la minera canadiense Ternium.

Justicia para los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapan. ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Afirmamos fuerte y claro y desde nuestros corazones que luchan y se organizan, que seguiremos encontrándonos y articulándolos con otras luchas en todo el mundo.

Ni con la Guardia Nacional, ni con la marina, ni con el ejército ¡No nos detendrán!

Mientras ustedes destruyen, nosotras y nosotros construimos.

Caravana y Encuentro internacional El Sur Resiste

#ElSurResiste

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