Voto en el extranjero: caro, burocrático y marginal

AMEXI. Ciudad de México. 16 de abril de 2024.- El voto en el extranjero, desde su implementación en 2006, ha sido un ejercicio caro, muy burocrático y engorroso, así como con una participación marginal respecto a los millones de mexicanos que viven en otras naciones, destacaron líderes de paisanos en Estados Unidos y expertos en derecho electoral.

De cara a las elecciones del próximo 2 de junio y con una Lista Nominal de Electores Residentes en el Extranjero (LNERE) conformada por 226 mil ciudadanos, de los cuales casi 40 mil fueron excluidos por inconsistencias en la inscripción, se calcula que cada voto foráneo tendrá un costo de mil 300 pesos, uno de los más caros del mundo.

El Instituto Nacional Electoral (INE) destinó para estas elecciones federales un monto de 261 millones de pesos para el voto en el extranjero, que dividido en menos de 200 mil mexicanos que están inscritos, que no está garantizado que voten, tendrá el costo de mil 300 pesos cada voto, pero si la abstención es del 50 % o más, aumentará a 2 mil 600 pesos por cada sufragio foráneo.

Participación marginal

En las últimas elecciones federales la participación de mexicanos fue marginal, de acuerdo con la estadística del propio INE, dijo a AMEXI Carlos Arango, presidente del Frente Nacional de Migrantes con sede en Chicago, quien agregó que este ejercicio sigue siendo muy caro y en extremo burocrático, lo que inhibe la participación de más de 9 millones de paisanos que viven en ese país, más sus hijos nacidos ahí, que son un total de 15 millones.

“Es una maraña burocrática, mucha gente que quería votar no supo ni cuándo ni dónde inscribirse, hay demasiados candados, el INE nos trata como a mexicanos de segunda, sumado a la desconfianza de los mexicanos en el exterior por las autoridades mexicanas, lo cual ha frenado una verdadera participación masiva”, apuntó.

Ello sumado a la postulación de candidatos a diputados migrantes que representan “un fiasco” para la comunidad de mexicanos en el exterior y que en la mayoría de los casos se trata de candidaturas simuladas o de personas que ni siquiera viven en el extranjero.

Insistió en que, de los 226 mil inscritos en la LNERE, el INE rechazó 39 mil 724 solicitudes por inconsistencias, por lo que dicha lista, de no modificarse, quedaría en 187 mil 388 registros. “De por sí los inscritos son muy bajos y de plumazo eliminas a casi 40 mil, pues la participación seguramente volverá a ser marginal”, apuntó.

Sin relevancia en la votación total

El doctor en Derecho Electoral por la Universidad La Salle José Perdomo coincidió en que se trata de un derecho con una legislación muy engorrosa, que inhibe la participación y que desde 2006, cuando se instrumentó, a la fecha no ha tenido una relevancia en la votación total.

A ello, dijo, se suma el desinterés de los propios mexicanos en el extranjero que desconocen de primera mano la situación que vive el país, las propuestas de los candidatos, y ello es un factor adicional para que el voto desde el exterior sea desde 2006 un ejercicio marginal y muy caro.

Consideró que el INE gasta muchos recursos en este intento de democracia transfronteriza, pero los resultados no se reflejan con la inversión que se ha realizado.

2006, la primera participación de mexicanos en el extranjero

Recordó que, en 2006, la primera elección en que participaron los mexicanos en el extranjero para elegir presidente, se tuvo una participación marginal de 32 mil 632 de los más de 4 millones de votantes potenciales fuera del país.

Para la elección presidencial de 2012 votaron 40 mil 714 mexicanos, y en los comicios del 2018 se contabilizaron 98 mil 470 votos de mexicanos residentes en el extranjero, lo cual significó un aumento significativo, pero aún sin mayor peso tomando en cuenta la cifra de millón 482 mil 447 mexicanas y mexicanos residentes en el extranjero que contaban entonces con credencial para votar.

BBVA Research estimó que sólo en Estados Unidos residían alrededor de 11.2 millones de migrantes mexicanos con 18 años o más de edad, y 6.3 millones de mexicanos de segunda generación con 18 o más años cumplidos (con padre y/o madre mexicana). Es decir, en 2018 residían en la Unión Americana 17.5 millones de mexicanos en edad para votar.

“Los cerca de 100 mil votos recibidos en 2018 es una cantidad pequeña en comparación al universo que podría ejercer su derecho al voto en México desde el exterior”, indicaron los analistas Juan José Li Ng y Carlos Serrano.

Foto: Cortesía Carlos Arango
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