Periodistas Unidos. Ciudad de México. 26 de mayo de 2021.- Hartas de los mismos políticos y de las promesas de siempre, mujeres artistas y activistas luchan por lograr algún cargo público en las próximas votaciones a celebrarse el 6 de junio. Diputaciones y alcaldías, la disputa principal a nivel nacional.
Con recursos limitados para realizar sus campañas, este grupo de mujeres se ha dispuesto a construir un discurso diferente, y en lugar de llevar despensas o prometer lo imposible, su foco está en promover el arte, la cultura y el desarrollo sustentable, lo cual han hecho puerta por puerta -en sus respectivos Distritos- desde que comenzaron las campañas.
Pintoras, ambientalistas, músicas, productoras y hasta periodistas, están en la lista que, hábilmente, el partido Movimiento Ciudadano (MC) diseñó para construir sus candidaturas ciudadanas y, pese a la negativa de la mayoría de estas mujeres por participar de la mano de un partido, se vieron en la necesidad de hacerlo, pues la Ley Electoral permite las candidaturas independientes, más no están diseñadas para lograr el triunfo tan fácilmente.
Entonces aceptaron la propuesta de MC, quien les ha dado la libertad de hacer sus campañas como quieran, además de respetarles sus agendas culturales, ambientalistas y feministas.
Desde la Ciudad de México, Estefanía de Garay, candidata a la alcaldía de Cuajimalpa; Tamara Ibarra, quien va por una diputación federal por el Distrito XV de Benito Juárez, junto con su suplente, Carolina Vidal, entre muchas más, son ejemplo de lo que hablamos.
Estefanía es psicóloga por la Universidad Panamericana, y ambientalista por convicción; su principal propuesta política va entorno a las energías limpias y renovables, así como a recuperar el ejido de Cuajimalpa, lugar en el que hace 24 años existían 400 hectáreas cultivables que eran apoyadas por el gobierno, de las que ahora sólo quedan nueve.
“Esas zonas están desaprovechadas, llenas de basura o con construcciones enormes, que han hecho que se pierda una tradición milenaria y que era fuente de trabajo local”, dice la candidata.
– ¿Por qué meterte a la política si estás bien como ambientalista?, –pregunté–.
– Porque me harté de los políticos, de sus mentiras, de no ver que mejore, que siempre estamos peor; por eso lo hice, –responde firme–.
Estefanía vivió un año en África, en un lugar llamado Chimoio, Mozambique. Durante ese tiempo no podía utilizar más de una cubeta de agua al día.
“Me parece sorprendente que en México miles de personas viven con esa misma cantidad de agua o hasta con menos, cuando hablamos de países completamente diferentes. En Cuajimalpa hay más de 15 mil personas que no tienen agua, es el 7 por ciento de un total de 199 mil personas, parece que es nada, pero hablamos de personas”, indica, mientras hace el comparativo.
Además, es embajadora de Un Puente por México, asociación civil, sin fines de lucro, que da apoyo a personas que viven en vulnerabilidad.
Dentro de las cosas que espera, está que el actual alcalde, Adrián Rubalcava, no logre su reelección, pues asegura, “la alcaldía está cada vez peor”.
El caso de Tamara Ibarra y Carolina Vidal, comparte el hartazgo hacia los malos manejos de los políticos y, sobre todo, a la falta de apoyo al arte y la cultural; de ahí la necesidad de ir por una diputación federal, a fin de injerir directamente en la toma de decisiones para el país, priorizando una agenda más ciudadana, en donde el acercamiento a las artes sea un derecho para todos.
Tamara es artista plástica egresada de La Esmeralda –del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)-, y desde 2009 se dedica a apoyar proyectos de arte independientes, brindando espacios para exposición con el fin de ayudar a los nuevos creadores a generar currículum.
“Si no expones, no te consideran porque necesitas exponer; pero no te dan espacios porque eres novato; entonces decidí hacerlo por mi cuenta y certificar a cada expositor para ayudarlos a hacer experiencia”, dice mientras acomoda unos molotes veracruzanos, rellenos de queso y frijol, hechos por su mamá -exquisitos-.
En 2011 fue nominada al Premio Nacional de la Juventud; en 2018, promovió la creación de una guardería para los hijos de mujeres galeristas; y también desde hace años, se ha dedicado a financiar proyectos de mujeres artistas con enfermedades crónicas, por medio de la comunidad artística de Alemania.
Ella padece de lupus y fibromialgia, padecimientos que la tuvieron dos años en cama durante 2018 y 2019, pero que le dieron la energía para no perder tiempo e ir en búsqueda de sus metas, como lo es ahora ser diputada federal.
Su intención es llegar al Congreso de la Unión y recuperar el presupuesto que ha perdido el arte, la educación, el deporte y todo lo relacionado a la cultura, durante cada una de las últimas legislaturas.
“Queremos que el Estado proporcione los recursos para que las experiencias estéticas existan para las personas. ¿Se metieron con nuestro presupuesto?, vamos a tomar sus curules”, enfatiza.
Caro Vidal, por su parte, es productora de ópera y actriz; su trabajo es ejemplar, además de ser una fuerte defensora de los derechos de los artistas, de hecho, para poder ser suplente a la diputación, tuvo que separarse de la asociación No Vivimos del Aplauso, de la que ha sido miembro desde sus inicios.
“Tenemos que salir a dar la cara, hablar con las audiencias, tomar el poder y demostrar que con todo ese presupuesto que existe para miles de cosas se pueden hacer millones de cosas más”, afirma.
Buscar la sensibilidad dentro del poder, es, desde su punto de vista, la manera en la que se podrá lograr un verdadero cambio en favor de la sociedad.
“Ya no podemos sensibilizar a los políticos, por eso necesitamos gente sensible que entienda por qué las artes, el deporte y la educación son importantes; ¡hay que suplirlos ya, las mujeres sensibles debemos estar en el poder!”, agrega, lanzando una gran sonrisa, que inspira ganas de querer hacer algo diferente y con verdadero sentido social.