Irremediable martirologio de periodistas en México
Profunda desolación. Letales rayos solares taladran la entraña de un puñado de estoicos reporteros. Mediodía. Pasadas las 12:00 horas. No resuenan las campanas de la iglesia de San Judas Tadeo, para llamar a misa, a unos pasos del metro…