Una década de impunidad en asesinato de estudiantes mexicanos por militares en Monterrey
Foto: María Julia Castañeda / EFE
Por María Julia Castañeda Hernández
EFE. Monterrey, México. 19 de marzo de 2020.- Los familiares de Jorge Mercado y de Javier Arredondo aún claman justicia cuando se cumplen 10 años del asesinato de estos dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey por miembros del Ejército Mexicano y pese a la disculpa emitida el año pasado por el Gobierno mexicano.
Con la frente en alto sosteniendo el dolor por el crimen extrajudicial de su único hijo, Rosa Elvia Mercado, madre de Jorge, aún lucha contra unas autoridades que siguen sin castigar a los militares que los mataron a sangre fría.
«Han sido diez años muy difíciles porque no solamente estamos lidiando con la ausencia de Jorge sino que también con la lucha para encontrar justicia que pues que aún no se da», declaró este jueves en entrevista con Efe Rosy Mercado.
Los alumnos de excelencia quedaron tendidos en el interior de la universidad con impactos de bala y golpes, y el Ejército sembró armas junto a ellos para justificar el crimen al señalarlos como sicarios.
La madre de Javier, Haydeé Verdugo, falleció este 26 de febrero con el caso todavía impune. «Se fue sin ver la justicia para su hijo y que es lo que yo le pido mucho a Dios, verdad, que me permita ver la justicia», expresó Rosy.
El Gobierno aún no es capaz de dictar sentencia contra los militares que el 19 de marzo de 2010 cometieron una de las ejecuciones extrajudiciales más recordadas en Nuevo León, norte de México, en una época en que la violencia azotaba al país por la guerra contra el narcotráfico del expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
Después de seis años de batalla, el caso apenas logró ser consignado en 2016, pero de los seis soldados involucrados, sólo tres están detenidos sin que se les haya dictado sentencia, dos están prófugos y uno en calidad de desaparecido, explicó Rosy.
«Ya llevamos 3 años 5 meses y pues no hay una sentencia, todavía (el juicio) está en proceso», donde cada decisión de la juez ha sido amparada por los militares retrasando que se dicte sentencia, detalló.
DISCULPA DEL ESTADO
Al mismo Estado le tomó 9 años reconocer que los jóvenes eran estudiantes de excelencia del Tecnológico de Monterrey y no sicarios, en una disculpa pública extendida en 2019 por la secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero.
Sin embargo, a la misma hora del evento, los tres militares que están siendo procesados lograron alargar aún más el juicio, denunció la madre de Jorge.
«No querían cierre de instrucción (plazo para presentar evidencias) que porque ellos tenían pruebas por desahogar y precisamente el 19 de marzo del 2019, a la hora de la disculpa pública, aprobaron el desahogo de esos testimoniales, qué raro, ¿verdad?», señaló.
UNA LUCHA COLECTIVA
Alumnos y exalumnos se unieron a la lucha acompañando a las familias mediante acciones emprendidas como colectivo «Todos Somos Jorge y Javier» para evitar el olvido del caso en Monterrey y en el interior de la propia institución educativa, explicó a Efe Galo Delgado.
Pese a que las autoridades internas del Tec buscaron silenciar la inconformidad hasta en los salones de clase, un grupo de jóvenes se organizó para mantener viva la memoria de Jorge y Javier a través de eventos conmemorativos y un mural que permanece frente a las puertas de la universidad donde fueron abatidos.
«Para nosotros el Tec es simplemente un espejo de lo que pasa con la impunidad en México, de cómo las instituciones a nivel nacional pues son como que esta réplica de la conformidad con lo que nos pasa, de esta doble moral mexicana también de ignorar la violencia», lamentó.
«También sufrimos como que cierta represión y en general los activistas en México sufren mucha represión por parte de las instituciones por intentar cambiar el sistema», agregó.
A la batalla se unió en 2018 Alberto Arnaut, director de «Hasta los Dientes», que abordó el tema en su filme ganador del Ariel al Mejor Documental que ha sido proyectado en más de 400 salas de cine en México.
«Ya son 10 años y ninguno ha desertado de la lucha, al contrario, se han unido más y más y más».
«El reclamo sigue vivo, sí, seguimos pidiendo justicia, yo creo que con más fuerza que al principio», advirtió Rosy.