¿Por qué los mexicanos dilapidamos (*)?

Por Héctor M. Moya-Cessa

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 10 de octubre de 2021.- En la presente contribución intento comprender el motivo por el que los mexicanos dilapidamos. Nombro dos hipótesis ante las muchas posibles: Debido a que nos han inculcado una mentalidad a) de mayordomos y b) de subhumanos.

Pero antes que nada, me gustaría recordar las palabras de Héctor Aguilar Camín (https://bit.ly/3uFa8lF) en las que refiere el hecho de que los primeros diez años de este siglo dilapidamos (lo cual entiendo ¿es un buen eufemismo de “se robaron”?) dos ciclos de abundancia petrolera. En dinero, esto significa seis veces el monto del Plan Marshall (un solo plan Marshall financió la reconstrucción de Europa, devastada esta por la Segunda Guerra Mundial).

Mentalidad de mayordomos

La película “Django desencadenado” nos muestra claramente que para un mayordomo lo más importante es su amo (escuchar también “El negro Manuel Antonio” con Amparo Ochoa – https://bit.ly/3oLTZu2). Los mayordomos, a diferencia de los héroes, son personas altamente evolucionadas ya que estos logran sobrevivir mientras que los héroes mueren al intentar mejorar la sociedad. Los primeros evolucionaron como lo hicieron los perros: ayudando a sus amos mientras esperan recibir un hueso o migajas a cambio de su servicio. Probablemente una de las mejores descripciones de lo que significa ser mayordomo la exprese Robert Lansing en una carta a William Randolph Hearst en 1924 (https://bit.ly/3mAwvVU):
“Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso conduciría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos. México necesitará administradores competentes y con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la misma Presidencia. Y sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos, y lo harán mejor y más radicalmente que lo que nosotros mismos podríamos haberlo hecho”.

De hecho Roosevelt dice de Somoza: “Sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta” (https://bit.ly/2YAVhx7).

Mentalidad de subhumanos

Los europeos, o quizás más propiamente la cultura occidental, han intentado generar la mentalidad de subhumanos en todo el mundo, incluyendo América Latina. Ejemplos de tal hecho hay muchos. Enumero algunos:
a) En “Las venas abiertas de América Latina”, Eduardo Galeano comenta sobre la vez que la maestra les enseñaba que “el primer ser humano en ver ambos océanos, Pacífico y Atlántico, simultáneamente fue Vasco Núñez de Balboa”. Al preguntar si los indígenas que vivían en ese lugar eran ciegos Galeano fue justamente castigado.
b) En la serie de televisión “Los años maravillosos”, en el capítulo en que llegan a la luna, se transmite por televisión que es la primera vez, desde Cristóbal Colón, que el ser humano observa un nuevo horizonte. Como Galeano, podríamos hacer la misma pregunta: los seres humanos que habitaban América a la llegada de los españoles ¿No eran seres humanos? (Cabe mencionar aquí que el rey de Bélgica, mostrando humanidad, sí se disculpó de las barbaridades cometidas en África, a diferencia del rey de España, https://bit.ly/3ouPpQs).
c) El hombre más feliz del mundo, el francés Matthieu Ricard (https://bit.ly/2ZHUJFN), aprendió técnicas de meditación tibetanas en Nepal. Después de ser sometido a múltiples análisis en los que le pedían acceder a estados de felicidad. Estos fueron detectados en tomografías, las cuales irrefutablemente mostraban que, indudablemente, era la persona más feliz del mundo. De esta forma le concedieron tal título. Obviamente un europeo debía de ostentarlo, sus maestros tibetanos no debían, pues corresponde a un ser humano.
d) En el juicio de la mexicana Rosa Jiménez, en Texas, la fiscal pregunta a un testigo si cree que Rosa es muy inteligente para ser mexicana (https://nyti.ms/3l6nO69).
La idea que nos intentan imponer es obviamente que no todos los seres humanos somos humanos, parafraseando “La rebelión en la granja”, sino que hay unos que son más humanos que otros. Quizás quede más claro en el hecho de que los americanos que tienen derecho a llevar tal título son los euroamericanos, los “hispanos” o afroamericanos no deben ser llamados (verdaderos) americanos.

Finalmente: dos tragedias

El caso del afroamericano George Floyd, al que un policía euroamericano no le permitió respirar y murió me recordó el caso de un policía que mató a un joven en el municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, Oax. en junio de 2020 (https://bit.ly/3B7kb5w). Este caso lo escuché por casualidad en Radio Educación un día después de que sucedió. Me enteré que otro joven quedó gravemente herido y fue llevado a un hospital en Tuxtepec, Oax. Esta es la segunda tragedia (y probablemente aún más grave): en Acatlán no hay hospital. Un enfermo se debe trasladar por carreteras tortuosas una hora y media para ser atendido. Una mujer que da a luz en Acatlán y su parto se complica casi seguramente morirá.
Dilapidar” el dinero de los mexicanos en última instancia es sinónimo de asesinar mexicanos, pero si esos mexicanos son considerados por los mayordomos como subhumanos, no es a fin de cuentas algo grave. Es por esto que múltiples intelectuales añoran los tiempos en que se dilapidaba el dinero a manos llenas. Lo que ocurrió durante los dos gobiernos panistas (los mismos que pide Aguilar Camín que regresen a gobernar debido a que el “pendejo”, https://bit.ly/3A0Hywl, que actualmente está en el poder no dilapida) efectivamente es un hecho que nos afecta gravemente a todos. A mi parecer, si López Obrador dilapidara el erario como lo piden estos intelectuales podría pasar a la historia como el mejor presidente de México, cosa que al parecer no va a suceder.

Me parece que no es equivocado decir (parafraseando a Roosevelt) acerca de algunos intelectuales a favor de la dilapidación (el robo, pues) y por lo mismo que seguramente apoyan la “gloriosa” frase de Arturo Rial “Sepan ustedes que esta gloriosa revolución se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero” (https://bit.ly/3Fuyfc1), “sí, son unos hijos de puta, pero son los hijos de puta de sus amos”.

(*) Me cuesta trabajo creer que haya “intelectuales” que no pueden llamar a las cosas por su nombre.

3 Comentarios
  1. Germán Robles dice

    Vaya basura de artículo, se nota que el autor no tiene idea de lo que significa valor constante (por su referencia al Plan Marshall) y solo cita textos sin ninguna hilación… pero bueno, qué se puede esperar uno de un «científico» resentido

    1. Héctor Moya dice

      La referencia es al comentario de Héctor Aguilar Camín (es él quien hace la referencia al Plan Marshall, y que no obstante «dilapidamos» ese dinero, pues no quiere decir que se lo robaron, pide que se vote por los mismos que lo «dilapidaron»).

      No obstante, gracias por tu comentario.

  2. Héctor Moya dice

    La referencia que hago es al comentario de Héctor Aguilar Camín (quizás no lo notaste, es él quien no tiene idea de lo que significa «valor constante», pues es él quien cita la «dilapidación»[robo] de cantidades de dinero equivalentes a 6 planes Marshall).

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