AP. Washington, Estados Unidos. 15 de abril de 2021.- Los “pasaportes de vacunas”, o certificados de vacunas, son documentos que certifican que una persona se ha vacunado contra el COVID-19 o dio negativo en una prueba reciente. Podrían ayudar a acceder a lugares como estadios o incluso a países que intentan reabrir de forma segura.
Los certificados aún están en desarrollo y podría haber grandes diferencias en su funcionamiento y en dónde podrán utilizarse. Los expertos dicen que deberían ser gratis y disponibles en papel, no sólo en aplicaciones de celulares, dado que no todo el mundo tiene un smartphone.
Las autoridades federales de Estados Unidos dijeron que no hay planes de hacerlos obligatorios de forma generalizada. En algunos estados, gobernadores republicanos han prohibido que los negocios o agencias estatales pidan pruebas de vacunación a la gente.
Las objeciones giran principalmente en torno a la privacidad y la seguridad, en concreto cómo se almacenará la información personal de la gente, así como a la desigualdad. Las voces críticas señalan que los pasaportes beneficiarán a personas y países con más acceso a las vacunas.
Sus defensores dicen que podrían facilitar y acelerar la reapertura. Una prueba de vacunación o de prueba negativa podría ser una forma de que negocios y escuelas tranquilicen a clientes, alumnos y padres de que se están tomando medidas para limitar los contagios.
Además, los vetos de algunos países a los viajes internacionales podrían relajarse si la gente pudiera demostrar que está vacunada. Algunos países mantienen requisitos de vacunación contra la fiebre amarilla desde hace mucho tiempo.
Aun así, es un desafío crear un sistemas de certificación que incluyan a todas las empresas y proveedores de vacunas. Hay más de una docena de iniciativas en marcha para desarrollar una credencial que pueda almacenarse en un smartphone o imprimirse en papel, que utilice un código QR.