Qatar: cuando llora el balón

  • Amarga fiesta de censura, corrupción, oprobio, muerte…

  • Este domingo arrancará “el mundial de la vergüenza”, como llama la justa Amnistía Internacional

  • Violaciones a los derechos humanos y homofobia

  • El país anfitrión contra Ecuador, será el juego inaugural

  • Ya fue expulsada la principal protagonista, la cerveza

  • Participarán en el torneo 832 futbolistas de 32 selecciones nacionales

  • Cada equipo cuenta con 26 jugadores y se disputarán 64 encuentros

Ciudad de México. Balón Cuadrado/Agencias. Ciudad de México. 19 de noviembre de 2022.-   Será, en 92 años, la más amarga oda al balón:  censura, corrupción, discriminación, oprobio, muerte… Y podría convertirse en espejo del infausto mundial de Argentina 1978.

Creada en 1930, en Uruguay, la copa del mundo de FIFA, en su edición 22 en la tiránica Qatar –con una versión demencial de 200 mil millones de dólares, según versiones periodísticas–, será una fiesta, para el millón 200 mil asistentes, como bailar sin música: no habrá cerveza, el principal invitado.

Sin explicación alguna, recibió tarjeta roja el Dios Baco.

Inauguración que, eso sí, se advierte fastuosa. Quizá acabe convirtiéndose en lo único digno de loar. Participarán en el torneo 832 futbolistas de 32 selecciones nacionales. Cada equipo registra 26 jugadores. Y se disputarán 64 encuentros.

Qatar es el tercer país con las reservas más importantes de gas y crudo, entre los 14 países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que arrancará este domingo.

Algunos describen a Qatar como «el hijo problemático» –eufemismo de tiránico– de los países del golfo Pérsico.

Hay quienes consideran que los Al Thani, la dinastía que ha gobernado al país durante 150 años, es «la familia más difícil del barrio».

Varios medios informativos coinciden en asegurar que su fortuna gira en torno a los 450 mil millones de dólares.

Tienen inversiones repartidas por todo el mundo gracias a empresas de alto renombre como British Airways, Harrods, Volkswagen.

Resulta significativa la propia figura del emir, Tamim bin Hamad Al Thani –con tres esposas y más de 40 hijos–, que encabeza la familia real de Qatar.

Entre sus ‘baratijas’ poseen al equipo PSG. El equipo francés, donde milita el astro argentino, Lionel Messi, está valuado en mil 200 millones de euros.

Fue polémica desde que se otorgó, en 2010, la sede catarí. Y severamente cuestionada por organismos defensores de derechos humanos por la explotación esclavista de los inmigrantes que llegaron para la construcción de infraestructura para la sede mundialista. Y que incluyó los ocho estadios sede.

Amnistía Internacional lo ha tildado del mundial de la “vergüenza”. También Human Rights Watch también ha cuestionado severamente la violación a los derechos humanos del diminuto país –unos 11 mil 500 kilómetros cuadrados, que contrasta con los dos millones de México–.

Durante la edificación de infraestructura –ocho estadios y hoteles– para la sede mundialista fallecieron más de seis mil trabajadores de la construcción, inmigrantes en su mayoría.

También ha sido severamente cuestionada su feroz homofobia.

A principios de octubre, trascendió que París, Marsella y otras grandes ciudades francesas, como Burdeos, Estrasburgo y Lille, no instalarán pantallas gigantes para transmitir el Mundial como signo de protesta por la situación de los Derechos Humanos en ese país del Golfo Pérsico.

Incluso, en una nota de opinión, el periódico británico The Guardian consideró que el Sportwashing (usar el deporte para mejorar su reputación) no alcanzó su objetivo en Qatar y el evento quedó manchado de todas maneras.

Para argumentarlo plasmó algunos puntos que estuvieron y aún continúan en tela de juicio, como el trato hacia los trabajadores inmigrantes para la construcción de los recintos y los puestos que se abrirán de cara al inicio del torneo.

Al mismo tiempo, puso mucho énfasis en remarcar las leyes y castigos que rigen contra la homosexualidad, exponiendo las recientes declaraciones de Khalid Salman, embajador de la competición y ex internacional, en las que calificó a la homosexualidad de “daño mental”.

Tal como informó el editorial del medio británico, en un intento por frenar las críticas sociales, la FIFA les aconsejó a las selecciones participantes “que su trabajo no es dar lecciones morales y que el juego no debe ser arrastrado a todas las batallas ideológicas y políticas”.

En ese contexto, fueron diez equipos europeos (entre ellos Inglaterra y Gales) los que se mostraron descontentos asegurando que “los derechos humanos son universales y se aplican en todas partes”.

Al mismo tiempo, y en contrapropuesta a la sugerencia de la FIFA, estas selecciones le habrían pedido dos promesas que a seis días para que comience a rodar la pelota no se han cumplido:

“Un fondo de compensación y un centro para trabajadores migrantes”.

Finalmente, también confirmaron que “varios capitanes nacionales usarán brazaletes de arco iris para apoyar la campaña contra la discriminación OneLove” en un intento por diferenciarse de la ideología del país asiático.

“Al menos algunos jugadores y funcionarios se están dando cuenta de que el futbol debe mejorar”, sentenció.

Sin olvidar que su polémica designación mundialista decantó en el llamado FIFA-gate, cinco años después, en 2015. Fue una rabiosa persecución de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, cuando, en 2015, 41 jerarcas de la FIFA fueron detenidos en los Alpes Suizos, acusados de corrupción.

Historia que aún cimbra el mundo del balón.

Sin sonrojarse, Joseph Blatter, ex presidente de la FIFA ya reconoció su “error” en haber otorgado la sede a un país árabe.

Equívoco que, según versiones periodísticas, le permitió embolsarse 100 millones de dólares.

Justa que, también, hace recordar el infausto mundial de Argentina 1978 en el marco de una rabiosa dictadura militar que había llegado al poder dos años antes –y que duró hasta 1983, cuando resultó electo presidente Raúl Alfonsín–.

En aquel momento, mientras rodaba el balón, había una fiesta de terror, balas, torturas, muerte y desapariciones forzadas –se calculan más de 30 mil muertos por la represión–.

Para colmo, ésta vez, la venta de cerveza, el principal invitado, será a cuenta gotas. No sólo se prohibirá su venta dentro de los estadios, incluso en los alrededores, como se había acordado hasta hace un par de días.

La empresa Budweiser, la principal afectada, importante patrocinadora de FIFA, con un convenio de 74 millones de dólares, ya amenazó con demandar al organismo balompédico que encabeza Gianni Infantino.

En alcohol, en los países árabes, que profesan en Islam, caracterizado por su fundamentalismo, con Alá como dios, es considerada una bebida endemoniada.

Por cierto, los súper Ratoncitos Verdes debutarán el martes contra Polonia.

Qué ganas que representen a México allá, las jugadoras de Tigres, recientes pentacampeonas de liga MX femenil.

Demostraron amor a la camiseta, amor, pasión, entrega.

Deseo de triunfo.

Algo que carecen los varones.

La iglesia católica incluso ya reza a la virgen de Guadalupe por el Tri.

A su llegada a Doha, los tricolores, fueron recibidos por aficionados por la oda adelantada a la derrota:

“…canta, canta, y no llores…”

Y… el balón gime.

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