Afrochingonas: «La representación en series es importante, pero de ahí no se sostiene la lucha antiracista»

Por Irene Galindo

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 22 de agosto de 2022.- Marbella, Valeria y Scarlet se conocieron haciendo activismo en la lucha feminista hace aproximadamente 3 años. Hoy ya no se reconocen como feministas, y es que antes que eso, son mujeres afrodescendientes a las que el racismo las ha atravesado en su día a día. En entrevista para Periodistas Unidos, las Afrochingonas nos compartieron su experiencia en la lucha antiracista en México y en la creación de su podcast, donde tratan diversos temas desde su perpectiva de afrodescendientes.

El proyecto de podcast Afrochingonas surgió como una necesidad de hablar de su experiencia como mujeres racializadas, una especie de sanación ante las malas experiencias que cada una había experimentado por el simple hecho de ser negras.

Valeria Angola llegó a México pensando que en este país no existían las personas negras, ya que eso le dijeron cuando migró de su natal Colombia. Y es que es hasta 2019 que se reconoce a las personas afrodescendientes en la Constitución Mexicana y hasta 2020 que se incluyó en el censo del INEGI la pregunta que contabiliza a esta población.

Como estudiante de antropología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Valeria se enfrentó a la esterotipación en la que se le percibía como una mujer completamente sexualizada y sin nada importante que decir. «En la universidad recuerdo no ser tomada en cuenta y tener la necesidad de demostrar que sí soy inteligente» nos platica y comenta que se reconoce como una mujer sensual a la que le gusta usar vestidos y maquillaje. «Entrar en un espacio de académicos y antropólogos así, era como ‘¡Esta quiere sexo!’. Yo sentía todo el tiempo que tenía que esforzarme para que lo que estaba diciendo, escribiendo, proponiendo se tomara en cuenta […] Defender mi tema de tesis, el cual era danza, con esta corporalidad, en ese espacio académico profundamente masculino y profundamente blanco fue muy fuerte».

Para Scarlet Estrada, proveniente de una familia afrodescendiente michoacana, la experiencia de violencia comenzó desde la infancia.Durante la primaria recibió acoso por parte de sus compañeros, quienes le atribuían motes como «Tarzán», «chango» o «salvaje»,  siempre relacionándola con la animalidad y con lo varonil.

«Esto me afectó mucho sobre todo en mi autopercepción. En cuestión de violencia, primero me atravesó lo racial y obviamente ya cuando crecí empecé a notar ciertas violencias que solamente yo enfrentaba por el hecho de ser mujer» nos contó Scarlet, quien ahora realiza su tesis de licenciatura en Antropología en el tema de hipersexualización de las mujeres afro en la Ciudad de México. «Aunque incluyo testimonias de otras mujeres, mi tesis surgió a partir de experiencias que yo he tenido, experiencias con parejas que me han dicho cosas muy fuertes y que cuando yo iba a contarlas a mi círculo de amigas que no son afro, me daba cuenta que ellas no pasaban por lo mismo».

Es así como Scarlet se fue reconociendo como persona afro en una familia donde jamás se había hablado del tema y donde con sus investigaciones ha logrado que otros miembros se cuestiones sobre su origen. «Una vez mi abuelo me contó que había estado reflexionando sobre nuestra historia y me dijo: ‘me vi al espejo y ¡sí somos negros!» recuerda con una sonrisa.

Desde la experiencia de Marbella Figueroa, además de la racialización y el machismo, ha tenido que enfrentar la hegemonía corporal. «Yo siempre he sido gorda, entonces mi cuerpo no responde a ese estereotipo hipersexualizado de la mujer negra. He padecido ese tipo de violencia, pero ha sido diferente porque he tenido encuentros sexuales, pero me piden encarecidamente que nadie se entere, porque nadie quiere estar con la mujer negra y gorda» nos compartió Marbella, quien contrasta su experiencia con la de su hermano, también afrodescendiente, quien a diferencia de ella era súper popular y admirado en la escuela. «Siento que ahí sí entra una cuestión de género y de cómo se asumen los cuerpos, las corporalidades de las personas» reflexiona.

Pese a que la lucha antiracista no es nueva, fue a partir del asesinato de George Floyd en 2020, como resultado de la brutalidad policiaca estadounidense, que a nivel mundial volvió el auge por hablar de estos temas tanto en los medios tradicionales como en las redes sociodigitales. Fruto de esto han surgido colectivos y asociaciones dedicadas específicamente a la lucha contra el racismo en México, sin embargo, a visión de nuestras entrevistadas, las demandas no han sido suficientes para el problema real que enfrentamos en este país.

«Cuando pasó lo de George Floyd estábamos en un colectivo que se llamaba ‘Flores de Jamaica’ y empezamos a tener muchísima visibilidad: entrevista aquí, hablar allá, dar taller…o sea, en verdad una cantidad de solicitudes que jamás nos imaginamos» recuerda Scarlet, «pero siempre hay que reconocer que la lucha no es nueva, que hay personas que llevan más de 30 años en la lucha por el antiracismo, porque de repente se olvida y algunos se enuncian como ‘los primeros’, ‘las innovadoras’, cuando ya hay todo un antecedente detrás».

Las Afrochingonas reconocen la importancia de poner en la agenda estos temas, pero el compromiso debe ser permanente y no producto de una moda. «Creo que se vale aprovecharse de un cierto poder mediático, no es algo inherentemente malo, creo que si tienes las redes, los contactos para movilizar el tema, se vale hacerlo» comenta Valeria, «sin embargo, detrás de la visibilidad tiene que haber acciones que sí estén enfocadas en transformar un sistema racista, porque a mí me preocupa que la agenda antiracista en México se centre solamente en la visibilidad en medios y en Netflix. Este debate tiene que ir hacia el modelo de negocio de Netflix, por ejemplo, de dónde saca dinero Netflix y dónde están las relaciones de poder y expotlación económica de Netflix más allá de que si a Tenoch o a Maya Zapata les pagan menos. Me parece complicado que no haya ese análisis hacia las grandes empresas como Nike, con sus campañas con deportistas negros como Colin Kaepernick, pero no se cuestiona dónde se fabrican sus zapatillas.  Tenemos que denunciar el modelo económico porque ahí está la dominación y la opresión».

Marbella describe este tipo de activismo como «light» y recalca que no basta con aprovechar una coyuntura para hablar de estos temas si no se le da seguimiento y se profundiza en ellos. «La representación en las series es importante, a mí me hubiera gustado de niña ver algún personaje con el que me sintiera identificada, pero no se sostiene de ahí el cambio ni la lucha antiracista, no porque alguien aparezca en una película se está gestando un cambio verdadero en las prácticas sociales que sostienen el racismo. Por eso es importante que los movimientos que estamos surgiendo trabajemos de manera genuina y a profundidad».

Además, a la agrupación de mujeres también le preocupa que se esté llevando una agenda punitiva con la creación de leyes antiracistas, ya que las leyes llevan al sistema carcelario en el que tampoco creen porque éste también genera una serie de desigualdades para toda la sociedad. «El simple enunciado de ‘leyes antiracistas’ es una contradicción absoluta» aclara Valeria y también reflexiona sobre el sistema judicial mexicano en el que las leyes pueden no cumplirse a través de actos de corrupción.

Afrochingonas es un podcast que pretende poner en la mesa estos y muchos otros temas de manera divertida y clara y a partir de las experiencias de las tres intergantes, y puede ser escuchado en las principales plataformas de podcast como Spotify, Apple Podcast, Google Podcast y Anchor.

La idea surgió de las pláticas de reflexión que tenían entre ellas durante pandemia y el nombre fue idea del novio de Marbella, quien escuchándolas debatiendo ideas simplemente gritó «¡Afrochingonas!»

«Lo chido de Afrochingonas es que no hablamos de forma académica sino que siempre hablamos desde nuestra experiencia. Para nosotras eso es importante porque no solamente es un trabajo externo, también significa un proceso de autosanación, de autoconocimiento y reconocimiento de los procesos que hemos atravesado y que al compartirlos nos ayuda a ver otras perspectivas» comenta Marbella.

Por su parte, Scarlet nos recomienda sus episodios favoritos. «Uno de mis favoritos es el de ‘Deportes‘ porque salimos de nuestro confort y decidimos experimentar con un formato más narrativo y fue todo un reto…¡Quedó super chido!…y también el de ‘Tokenismo’ que es el más reciente, y el de ‘Chisme‘ porque es un tema que a todes nos gusta, digo, no conozco a nadie que no le guste el chisme»

Afrochingonas se puede escuchar en este LINK y puedes seguir el proyecto en sus redes sociales: Instagram @afrochingonas y Twitter: @afrochingonas

 

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