Liga Mx, autismo futbolero

Foto: José Manuel Vidal / EFE

Periodistas Unidos. 21 de enero de 2019.- En el futbol mexicano hay una mina de jugadores como Diego Lainez Leyva, recién adquirido con bombo y platillo por el Betis español. Podría haber un puñado de ellos en las mejores ligas de Europa. Incluso, balompié nacional tendría capacidad exportadora de piernas como Argentina y Brasil. También generaría divisas.

Mas, aviesos intereses económicos y deportivos impiden que surjan más de esa inagotable veta.

Es una mafia esférica. Una especie de delincuentes de cuello blanco. 

Porque parece contrasentido que de los jugadores que militan en los 312 clubes profesionales que constituye el balompié profesional, en un país futbolero de 125 millones de habitantes, sólo uno destaque, como hizo él para brincar el charco.

De acuerdo con Wikipedia, en México hay 8 millones 479 mil 595 mexicanos son futbolistas en activo, ya sea a nivel amateur o profesional.

Si se pudiera definir clínicamente qué sucede con los zares de la pelota en México, dueños de clubes– que impiden una mayor proyección nacional e internacional de los jugadores locales, en beneficio del Tri–, se puede concluir que  padecen una enfermedad irreversible: autismo.

Son ellos, y su realidad distorsionada hace medio siglo, que sólo ellos miran, quienes dirigen el destino del deporte más popular en el país.

Por eso su crónica medianía: jugar el quinto partido en un mundial.

Ricardo La Volpe, con casi 40 años en el futbol local, ex técnico de los Ratones Verdes y de un sinnúmero de clubes locales, campeón mundial con su país en Argentina  1978, fue tercer portero, puso el dedo en la supurante llaga, pestífera, hasta la náusea, hace casi 50 años: carencia de fuerzas básicas.

“Jugadores con el talento de Diego Lainez hay muchos en México. Lo que no existe son proyectos para dar continuidad a estos jóvenes”, lamentó La Volpe.

Él proyectó el potencial de Lainez. Entonces adolescente, había desertado de las fuerzas básicas  del equipo Pachuca –anhelaba vestir la camiseta americanista–. La Volpe ambién actuó así con los seleccionados Andrés Guardado –también del Betis– y Rafael Márquez –en el retiro–, hace más de dos décadas, cuando dirigió al Atlas.

“México ha ganado Mundiales Sub 17 y tiene una medalla olímpica –oro, obtenido en los Juegos Olímpicos de Londres 2012–, pero no hay un proceso para estos jugadores. Si el futbolista tiene físico y carácter hay que darle la oportunidad de estar en la cancha”, sostuvo.

Ana Guevara, ex atleta, medallista olímpica, actual titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), siempre ha puesto en duda la forma cómo la Decepción Nacional logró esa hazaña. Está convencida que fue de forma fortuita, circunstancial, cómo llegaron a la final contra Brasil.

Cuatro años después, en los Juegos de Río 2016, los Ratoncitos fueron eliminados en la primera fase. Fue vergonzante cómo echaron fuera al equipo campeón.  Cayó 0-1 ante la poderosa Corea del Sur. Con miras a Tokio 2020  nada bueno augura su participación.

Porque, como ya lo dijo Ignacio Trelles –quien tiene el récord de títulos de liga en el futbol local, con 7, a punto de cumplir 103 años– a quien esto escribe:

“México jamás será campeón del mundo”.

“El niño Diego”, como llaman algunos  está en los cuernos de la luna. Quizá como ningún otro jugador que ha emigrado al balompié del viejo continente en los últimos 40 años. Hugo Sánchez Márquez incluido, ganador de cinco títulos de goleo. Y a quién, por cierto, llamaban “Niño de Oro” antes de enrolarse con el Atlético de Madrid y luego Real Madrid. Con ambos equipos ganó cinco títulos de goleo.

Sólo el futbol puede obrar el milagro: que a los 18 años de edad un jugador valga su peso en oro, piernas como diamantes preciosos: 16 millones 100 mil dólares –más de 305 millones de pesos–, en un país con más de 70 millones de pobres y un salario mínimo de 102 pesos diarios.

Y peor: de 1986 a la fecha hay más de 680 muertos en la lucha contra la delincuencia organizada. México es un país hecho jirones hace más de 50 años.

Sólo futbol atempera tanto dolor y desamparo social. Por eso están saturadas de este deporte, páginas de los principales diarios de circulación nacional y regionales, espacios electrónicos, radio televisión y redes sociales.

Opio redondo.

¿Pero cómo se construyó ese portento de crack en ciernes, donde los actores de este deporte son envidiables esclavos  del balón, eso que, sin embargo, muchos jóvenes anhelaban ser como una cuestión aspiracional?

Respuesta:

Con una buena asesoría financiera y el cuidado amoroso de sus padres, Mary del Carmen Leyva de la O y Mauro Alberto Lainez Ángeles.

Fue insólito en el balompié nacional que Lainez, jugador de América, fuera vendido  en esa cantidad  al Betis de España y un contrato a cinco años y difícilmente algún joven  mexicano podría soñar en sus manos.

O pies.

La industria mediática acostumbró a la afición a mirar, como cualquier mercancía, a los futbolistas, con signo de pesos en la vitrina de los amos del balón. Similar a ver algún producto en el aparador de algún mall.

Nadie se indigna.

Es parte del morbo que alimenta  la caverna global. Ya ocurrió con Neymar, que fue transferido del Barcelona al PSG, francés, en una cifra insospechada: 222 millones de euros, más de 4 mil 800 millones de pesos.

Diego era aún adolescente cuando debutó. Tenía escasos 16 años. Y no surgió producto de las fuerzas básicas de las Águilas, como se ha hecho creer desde Televisa –propiedad de Emilio Azcárraga Jean, dueño también del equipo americanista–, sino de la mirada acuciosa de La Volpe, argentino naturalizado mexicano.

Es garbanzo de a libra, como se dice popularmente en México.

Y no fue América que obró el milagro de que Lainez, como ha hecho creer esa televisora, se enrolara en el balompié europeo.

Este jueves, el mexicano se quedó con las ganas de debutar. Estuvo a nada de jugar sus primeros minutos con la camiseta albiverde en el empate ante la Real Sociedad en la Copa del Rey, que les valió el pase a la siguiente ronda; pero la polémica expulsión de Giovanni Lo Celso provocó que el ex americanista se quedara en la banca.

Mas, al fin, lo hizo ese domingo. Jugó los últimos nueve minutos en el triunfo 3-2 sobre Girona y fue ovacionado por la afición.

La Volpe analizó para el diario La Jornada el caso de Lainez.

Recordó que llamó la atención en el Torneo de Esperanzas de Toulon, Francia. Fue reconocido como el mejor jugador del certamen, y el factor que terminó por convencer al Real Betis y Ajax para buscarlo fue que ya estaba en Primera División y jugaba con el América, equipo importante. Desde entonces se le había dado seguimiento.

Ricardo tuvo que convocar de manera directa a Lainez desde la Sub 17 al equipo mayor del América. Porque, explicó, la categoría juvenil ya le quedaba “chica” y los encargados de esa área no tenían la visión para potencializar sus cualidades.

Querían que fuera a la Sub 20. Pero el técnico no quiso.

“Si Diego seguía en la Sub 17 se quedaba estancado. Por eso lo lleve a trabajar conmigo”, recordó.

Edson Álvarez es la otra joya de la cantera americanista a quien La Volpe también impulso y lo ve con aptitudes para migrar a Europa.

“Desde que lo vi y hablé con él. Me recordó a un Rafael Márquez –histórico capitán de la Pesadilla Mexicana y jugador del Barcelona–, puede salir de central, de volante. Es un jugador que no se ve todos los días”, aseveró.

Reconoció  que aunque México no se caracteriza por ser exportador de jugadores como los países sudamericanos. Cuando tiene materia prima para hacerlo. El problema es que muchas veces los puestos en Primera División están ocupados.

Y colocó el dedo en la llaga:

“Se ha tenido a futbolistas –destacados– como Manuel Negrete, Cuauhtémoc Blanco. Quizá lo que ha pasado ahora es que se dejó de trabajar en las fuerzas básicas. Muchos jóvenes están bloqueados porque se contrataron a extranjeros. Por eso no se habían visto muchos debuts de nacionales.”

Precisamente La Volpe ha sido uno de los entrenadores que va contra la corriente de este sistema. Su metodología se basa en trabajar con jugadores jóvenes. Pulir, burilar, lo que hay en las canteras. Aunque ha forjado a piezas fundamentales de la selección mexicana, existen directivos y agentes que no lo miran con buenos ojos.

“Ya hubo representantes –de jugadores– que me dijeron: ‘no te queremos. Te hemos dejado de lado debido a que nos quitas el negocio, porque generas jugadores y el negocio es estar comprando’”, revela sin titubeos.

“Si trabajas con los jóvenes y les das oportunidad, le quitas el mercado de traer jugadores”, lamentó.

Lainez, magistral  jugada financiera de Pitz Group

El diario El Economista publicó en días que la agencia de futbolistas representante de Lainez,  Pitz Group –que sepulta el protagonismo de América y Televisa–, intervino en dos de 10 transferencias más costosas de la temporada y que significaron 25 millones de dólares.

La recomendación de Mauro, jugador de Lobos de la Benemérita Universidad autónoma de Puebla (BUAP),  para que su hermano Diego Lainez recibiera asesoría, consejos financieros y, con el tiempo, se convirtiera en representado de dicho grupo, con sede en Guadalajara, Jalisco.

Así se abrió la puerta para que la agencia de futbolistas interviniera en su fichaje al Betis y que se convirtió en la transferencia más costosa de un jugador mexicano con un club europeo.

Mauro Lainez era cliente de Pitz Group, cuando su hermano menor no contaba con un representante, ni estaba en la órbita de cazatalentos. Se desempeñaba en la categoría Sub 17 del América y de ahí lo sacó La Volpe para debutarlo apenas a los 16 años.

Alejandro López Martínez se convirtió en representante de Diego y, con él, Pitz Group intervino en dos de 10 transferencias más costosas de la temporada y que significaron 25 millones de dólares, cerca de 480 millones de pesos.

Debido al autismo de los barones del balón, siguió la estrategia que ha dado éxito a las empresas más importantes de representación de jugadores en México: apostar por jugadores jóvenes que puedan desarrollarse y, en algunos casos, posicionarse para su proyección a clubes extranjeros o ventas en el mercado interno.

“Los representantes buscan a jugadores con más énfasis a partir de la categoría Sub 17 y así, conforme van avanzando, el enfoque es mayor, más seguimiento, darles apoyo hasta que lleguen a la Liga MX”, argumentó Ángel Palma, asesor externo en imagen deportiva para algunas agencias de representación de jugadores en México.

Además de la venta de Lainez, Pitz Group representa a Alexis Vega, delantero de 21 años que Guadalajara compró a Toluca por 9 millones de dólares, unos 170 millones de pesos.

El reglamento de intermediarios de la FIFA señala que los agentes de jugadores pueden recibir desde 6% a 40% del total de la transferencia, dependiendo el monto de la operación.

En el futbol mexicano, las comisiones para los representantes en su mayoría es de 10%, según testimonios de especialistas en la industria del futbol. Por lo que Pitz Group recibiría hasta 2.5 millones de dólares por las transferencias de sus representados.

“El representante se convierte en una herramienta más para que el jugador tenga posibilidades. Obviamente, un agente que se acerca a un jugador promesa también tiene la particularidad que no goza de la garantía de que ese jugador puede dar ese salto de calidad para convertirse en uno de Primera División.  Es un tema relativo, porque no se puede estigmatizar a los representantes como los causantes de situaciones”.

Agregó que los torneos internacionales son las principales vitrinas para los jugadores y el escenario donde los representantes aprovechan para acercarse a los prospectos.

Ángel Palma, director de Total Match, expuso que las agencias de representación firman la mayor cantidad de jugadores jóvenes, aunque no con un objetivo de encontrar a la nueva figura del futbol nacional.

“En los primeros años, las agencias no cobran a los jugadores, hacen pocos servicios de representación y llegan a cobrar entre 10 y 20% del sueldo del jugador desde su primer contrato profesional en Primera División”, puntulizó el especialista en marketing deportivo.

Pitz Group es una agencia que comenzó hace un par de años. Tiene como representados a jugadores jóvenes y cuyo valor no supera 2 millones de dólares, unos 40 millones de pesos. Henry Martín, Luis Fuentes y Lainez son los futbolistas más valiosos de la agencia.

“La recomendación de boca en boca es muy valiosa en la industria del futbol, es lo que pasa también con los representantes (…) Pitz tiene a jugadores con mucha proyección y que ya tienen contrato de jugador profesional”, añade Palma.

Entre los prospectos de la agencia se encuentran Eduardo Aguirre, campeón de goleo del torneo Esperanzas de Toulon y delantero de Santos Laguna; Mauro Lainez, delantero de Lobos, Jordi Cortizo, seleccionado juvenil de México y mediocampista de Querétaro.

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