Por Humberto Musacchio
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 21 de enero de 2025.- En este mes de enero se cumplieron 150 años de la muerte de Pierre Athanase Larousse (1817-1875), quien dio nombre al diccionario enciclopédico más famoso y más útil del siglo XX, el Pequeño Larousse Ilustrado, descendiente directo del Grand Dictionnaire universel du XIXe siècle, editado por entregas entre 1863 y 1866 en 22 mil 700 páginas, luego agrupadas en 17 volúmenes de 1866 a 1876. Como se recordará, la primera parte del Petit Larousse era un lexicón y la segunda se ocupaba de historia, geografía y biografía. La edición inaugural del Petit, aparecida en 1905, se basó para la sección de lenguaje en el Nouveau Dictionnaire de la langue française, obra del mismo Pedro Atanasio editada en 1856. La aparición en español del Pequeño Larousse ocurrió en 1912 con el español Miguel de Toro al frente, aunque Tomás García, funcionario de la oficina mexicana de la firma francesa, declaró al periodista Luis Carlos Sánchez (Excélsior 31/I/2012) que en realidad se trataba de una mera traducción del francés. La versión en castellano de la pequeña gran enciclopedia vivió su mejor época a partir de 1959, al asumir la dirección don Ramón García-Pelayo y Gross (Málaga, 1928-París, 2008), profesor de la Sorbona, quien reelaboró exitosamente la obra para los hablantes de español, a quienes nos resultó indispensable. Pero la empresa Larousse fue adquirida por una transnacional y los nuevos dueños se deshicieron de don Ramón con los resultados conocidos: el diccionario no volvió a ser lo que era y, ya devaluado, desapareció en los años dos mil, barrido por la Wikipedia como otras obras enciclopédicas, pero lo que creó Pierre Athanase Larousse queda como una enorme hazaña intelectual. En 1874, cuando se habían publicado los primeros diez tomos de los 17 planeados, el mexicano Valentín Uhink, en el periódico cultural El Artista, calificó la obra como “uno de los más hermosos monumentos de la imprenta y la erudición”.
UNIVERSIDADES MEXICANAS, MAL
En la clasificación anual que desde hace tres lustros realiza QS World University Rankings, las universidades mexicanas salen mal paradas: la UNAM, que es la mejor clasificada, figura en el lugar 145 entre las 800 casas de estudios del informe. El Tec de Monterrey está en el sitio 265, el Politécnico en el 585, la Universidad de Guadalajara en el 615, la Autónoma de Baja California en el 764 y la Autónoma Metropolitana quedó en el último lugar, el 800. En la lista no aparece El Colegio de México, una institución de excelencia, lo que nos permite dudar de las buenas hechuras del trabajo, pero de cualquier manera, esos números deben preocupar a la SEP y a la flamante Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) que encabeza la inteligente y dinámica Rosaura Ruiz.
90 AÑOS DE UNA GRAN GALERÍA
El próximo 7 de marzo celebra sus primeros 90 años de existencia la benemérita Galería de Arte Mexicano, hoy dirigida por Mariana Pérez Amor y Alejandra Iturbe. La fundadora fue Inés Amor, quien cuenta (Una mujer en el arte mexicano, UNAM, 1987) que “casi todas las tardes” se reunían artistas y escritores en el Café París, cuando éste se hallaba en la calle de Gante. Ahí, dice Rubén Salazar Mallén, ella se encontraba con Julio Castellanos, Carlos Orozco Romero, Gabriel García Maroto, Rufino Tamayo, Manuel Álvarez Bravo, Diego Rivera y Siqueiros. A esa tertulia se unieron mas tarde el dominicano Jaime Colson, Cordelia Urueta y su hermano, el cineasta Chano Urueta, Arcady Boytler y otros personajes. En 1935 brotó la idea hacer en aquel café una exposición de dibujos con obras de Agustín Lazo, Federico Cantú, Carlos Mérida y Tamiji Kitagawa, a la que siguió una muestra escultórica de Ortiz Monasterio, organizada naturalmente por la propia Inés Amor, con un éxito que la animó a establecer en ese mismo año su famosa galería.