Elecciones: últimos jaloneos

Por Jorge Meléndez Preciado

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 31 de mayo de 2021.- Pronto cerrarán, formalmente, las campañas electorales de esta importante, controvertida y trascendente elección que definirá el rumbo del país en los siguientes tres años, y asimismo de la 4T.

Según las encuestas más serias y profesionales,  Morena ganará ampliamente (40 por ciento o más), aunque no con la holgura que esperaba y junto a sus socios en estos comicios (PT y PVEM) no llegará a la mayoría calificada, meta de López Obrador para lograr las transformaciones que debe hacer para modificar el país que asumió, el cual estaba en la quiebra absoluta en casi todos los órdenes.

Otra cosa serán las gubernaturas, a las cuales  Andrés Manuel no ha puesto mucha atención y debido a los bastiones de tiempo atrás de PRI y PAN, más candidatos no muy buenos o cuestionados de Morena, la disputa será muy cerrada en varios lugares, lo que hará, sin duda, que intervenga el Poder Judicial Electoral de la Federación (PJEF), que en los últimos días tiene una nueva actitud ante el Ejecutivo.

Una gran cantidad de periódicos de la capital sacaron a relucir encuestas de distritos muy diversos. En la mayoría de los casos, se decía que la oposición al gobierno iba adelante ya sea de la Ciudad de México, el estado gobernador por Alfredo del Mazo, que anuncia su gobierno en todos lados;  Michoacán y hasta la gubernatura de Nuevo León para Samuel García.  Casi nunca se explicó quiénes hicieron el sondeo, la forma de realizarlo y por qué medios  (telefónicos,  redes o presenciales). Tanto que en la entidad citada, tres aspirantes se negaron a ir a un  debate por ser patente  que El Norte tenía preferencias por el misógino de Samuel García; el impreso culpó a López Obrador de la negativa de PRI y PAN. ¡La locura!

Poco antes del último tramo electoral, reapareció el español Antonio Sola, contratado por el PRI. El atizador de la guerra sucia en estos ejercicios ciudadanos, con hartos billetes en el bolsillo, arremetió  contra del que había motejado como: “Un peligro para México” en 2006.

Aunque después, en una entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela (Sin Embargo),  Sola apuntó  que la guerra sucia ya no funciona y es un error querer ganar elecciones de esa manera.

Lo más grotesco fue que el más reciente número de The Economist, un semanario inglés que había dicho en el sexenio de Enrique Peña Nieto que el jefe de una banda que robó cientos de miles de millones de pesos en México, era la salvación para nuestro país. Ahora el impreso  señaló que López Obrador era un  falso mesías, que  era un peligro para la democracia y llevaba el país al caos. Incluso señaló en su escrito que Jair Bolsonaro hacía mejor las tareas de gobernar y atender a los brasileños que el mexicano (sic con maracas y bailando bosa nova).

(Dos compañeros de trabajo, Aurelio Fernández, director de La Jornada de Oriente, y Alfredo Jalife Rahme, autor de la columna Bajo la Lupa enviaron sendas comunicaciones,  donde el primero señalaba que Karl Marx había mostrado que The Economist sirve al capital sin freno y el segundo  que la revista apoyó a Victoriano Huerta contra Francisco Madero).

No era la primera vez que esta publicación se presentaba como  seria y responsable, no obstante   atizar  el fuego contra López Obrador. Ya lo habían realizado en 2017, diciendo que el de Tabasco no era como Lázaro Cárdenas; en 2018 afirmando que Andrés Manuel ganaría la presidencia de la República por el escándalo de Ricardo Anaya y en 2020 porque López Obrador criticó a las revistas Nexos y Letras Libres (El Universal, 28 de mayo).

Pero es muy evidente que ahora retome los argumentos de Enrique Krauze y los lleve hasta límites que nadie cree, ya que Bolsonaro está en la lona  respecto a aceptación en su país y el  mandatario del nuestro, en medios  goza de 60 por ciento de aprobación, en promedio.

En una carta, Marcelo Ebrard dijo que había conversado días antes con el editor en jefe de The Economist y no incluyeron nada de sus opiniones. Comentó  que el texto tiene gran “virulencia” y contiene “fragilidad argumentativa.

No hay, señaló el secretario de Relaciones Exteriores, un fracaso en el país, ya que no hemos tenido devaluación, ni  hiperinflación, ni mayor endeudamiento y nuestra relación con Estados Unidos es en términos generales buen, amén que la población de menores recursos  apoya al gobierno.

Por lo tanto, la portada de la revista The Economist es otro yerro mayúsculo como la que ponía como un figurín muy audaz al hoy desaparecido Peña Nieto.

La violencia, algo grave que debe resolverse prontamente, trajo hasta ahora 34 candidatos asesinados, a pesar que las cifras de una agencia especializada bailan de un informativo a otro. Algo menos grave que lo ocurrido en el año 2000.

El hombre que vive en Palacio Nacional hizo un llamado a salir a votar el 6 de junio, lo que fue secundado por el INE y lo será por diversos sectores.

Esperemos que haya civilidad, los votos se cuenten correctamente y los resultados sean aceptados, aunque, ya dijimos, habrá disputa poselectoral en varios estados.

Después viene lo más difícil. Es necesario calmar al país, enfilarlo a la concordia y trabajar para que haya una recuperación en todos los órdenes: económico, político, social, cultural, científico y demás.

jamelendez44@gmail.com

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