Enrique González Rojo Arthur

Por Humberto Musacchio

Foto: Cuartoscuro

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 09 de marzo de 2021.- Con Eduardo Lizalde, Marco Antonio Montes de Oca, Arturo González Cosío, José Antonio Montero, David Orozco Romo, Graciela y Rosa María Phillips, Enrique González Rojo figuró en el poeticismo, tendencia literaria que, dijo, pretendía llegar a “la unidad en un todo del poeta y el crítico, del lírico consciente y el esteta” con base en “la originalidad, la complejidad y la claridad”, pues para él “no era sólo una teoría poética, sino que iba acompañada de una práctica existencial, un modus vivendi”. Así lo entendió y lo vivió hasta el final, con un proyecto literario ambicioso y la sólida convicción de que los seres humanos merecemos una existencia menos difícil. González Rojo muere cuando el Fondo de Cultura estaba a punto de publicar Los colmillos del dragón, su último poemario. A propósito, varios medios están usando una foto de González Rojo tomada por Pascual Borzelli y lo mismo hizo la Secretaría de Cultura del gobierno capitalino, que no ha pagado los derechos de reproducción. Caravana con foto ajena.

ASAMBLEA DE SIGLO XXI EL 19

Como era esperable, continúa el escándalo por la venta de Siglo XXI a un membrete chihuahuense ajeno al mundo del libro y, lo que es peor, del que sotto voce se dice que es lavadero de dinero negro o, en el mejor de los casos, membrete tras del cual están grupos empresariales de Monterrey y Zacatecas, quienes pondrían al frente de la editorial a un intelectual conocido, pero de derecha y por supuesto antiAMLO. Por lo pronto, el pasado miércoles apareció un desplegado con las firmas de Rolando Cordera, Emmanuel y Helena Haro Poniatowska, Pablo González Casanova, Fernando Canales Lozano, David Barkin, Iván Restrepo, Néstor Braunstein, Gustavo Esteva, Eugenia Huerta y otros intelectuales, en el que acusan a Jaime Labastida de haber traicionado “en los hechos la voluntad expresa de Orfila”. Señalan que hubo un acuerdo entre Labastida y Guadalupe Ortiz “sobre el destino de las acciones”, hasta que “la ambición desató la guerra entre ellos” y las acciones “quedaron en manos de Labastida”, para lo cual el poeta “pidió un préstamo a la propia editorial para comprarlas”. Hoy, dicen los firmantes, la venta de las acciones “será el botín personal de Labastida, sin consideración alguna por el destino de Siglo XXI”. Por su parte, se sabe que los compradores pedirán al poeta que aclare cómo adquirió los paquetes accionarios hoy en su poder. Mañana, Jaime ofrecerá entrevistas por Zoom a reporteros de diversos medios, a quienes promete responder toda pregunta.

ICONOGRAFÍA DE OCTAVIO PAZ

Ocurre con los grandes escritores que —si se permite la expresión— la muerte no los mata. Lejos de eso, su figura crece y su obra adquiere su verdadera dimensión, liberada ya de partidarismos políticos, controversias intelectuales y competencias por ganar poder e influencia. Por eso, la formidable Iconografía de Octavio Paz (Ed. FCE-U. Autónoma de Querétaro), preparada, prologada y anotada por Rafael Vargas, nos regresa imágenes del poeta extraordinario, del poderoso ensayista, del diplomático, el polemista… en suma, del hombre que, como cualquier ser humano, tuvo dudas, errores, rectificaciones y debilidades, sobre todo lo cual emergió su talento y su valor cívico, expresado en el joven escritor solidario con la República Española, en el analista que advirtió la ominosa presencia del estalinismo en los regímenes del socialismo real y, de manera entrañable para nuestra generación del 68, en su valiente renuncia como embajador mexicano en la India en protesta por el nefando crimen tlatelolca. El libro de Rafael Vargas (lamentablemente, sin su crédito en portada) es un emocionante recorrido por la vida del poeta, por su trayectoria diplomática y por el amplísimo universo de personajes que frecuentó. Un verdadero muestrario de grandezas.

 

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