Por Humberto Musacchio
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 26 de noviembre de 2024.- Teresa Gurza, gran reportera, basada en diversas fuentes, publicó en El Heraldo de Saltillo un artículo en el cual informa que en Estados Unidos se hallan a la venta mil 100 templos de diversas denominaciones. En Europa, especialmente en Bélgica, la oferta es también variada y, por supuesto, existe una gran demanda, pues muchos recintos religiosos han acabado como tiendas, salas de concierto, restaurantes, pistas de patinaje, hoteles, bares y otros negocios non sanctos. La fiebre mercantil en Estados Unidos y Europa abarca catedrales y otros templos católicos, sinagogas, mezquitas, iglesias protestantes y de otros credos. La razón es que desde hace 40 años se viene reduciendo la feligresía, al extremo de que hoy apenas 10 por ciento de los católicos asisten regularmente a misa y en la Unión Americana, de 2000 a la fecha, la asistencia a los templos ha caído 70 por ciento, lo que también ocurre en la República Mexicana.
Hoy bibliotecas y museos
En México hay un buen número de templos ahora dedicados a usos diversos, aunque generalmente de carácter cultural. Para muestra están la Biblioteca del Congreso, en el extemplo de Santa Clara, en la calle Tacuba, la Gertrudis Bocanegra, de Pátzcuaro, que ocupa el extemplo de San Agustín, con pintura mural de Juan O’Gorman; en tanto que Orozco decoró la de Jiquilpan, al igual que la iglesia de Jesús Nazareno, anexa al Hospital de Jesús, que regresó al culto muchos años después. En 1767, con la expulsión de los jesuitas, quedó sin empleo el templo de San Pedro y San Pablo, que fue sede del Congreso de 1821 a 1829 y un siglo después, Hemeroteca Nacional, luego Museo de la Luz y hoy de las Constituciones, con pinturas de Roberto Montegro y Gabriel Fernández
Ledesma. La Biblioteca Lerdo de Tejada, de la Secretaría de Hacienda, ocupó de 1928 a 1970 la Capilla de la Emperatriz, de Palacio Nacional, y en 1970 pasó al inconcluso oratorio jesuita de San Felipe Neri, mismo que cuenta con una formidable decoración mural de Vlady.
Más del 68 mexicano
El libro 68 mexicano (en el centro y la periferia), obra coeditada por la UNAM y Miguel Ángel Porrúa, reúne en sus 600 páginas 23 ensayos de investigadores académicos. En esos textos hay revisiones de algunas ideas sobre el movimiento no siempre ajustadas a la realidad y exploraciones que arrojan nueva luz sobre la gesta de 1968, tanto en la Ciudad de México, “epicentro” de lo ocurrido, como en Baja California, Guerrero, Durango, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y el Estado de México, lo que hace de esta obra quizá, el estudio más amplio sobre la gran rebelión democrática del año citado. El ensayo que ofrece más ángulos sobre aquellas movilizaciones es el de Rosa María Valles y René Rivas Ontiveros, coordinadores del volumen con Gloria A. Tirado Villegas.
Poemario de Silvia Tomasa Rivera
Con prólogo de Alberto Pulido Aranda, apareció La tierra oscura. Poemas sobre la muerte de Rubén Jaramillo (FCE, 2024), de Silvia Tomasa Rivera. Llamado “el último de los zapatistas”, también cardenista y miembro del Partido Comunista Mexicano, Jaramillo Méndez fue un incansable defensor de los derechos de los campesinos. Latifundistas y politicos del PRM-PRI se confabularon para perseguirlo, ante lo cual se levantó en armas (1943-44) y al reanudarse la persecución, ya en los años cincuenta, Adolfo López Mateos, el primer presidente guatemalteco de México, lo amnistió a él y a sus hombres en 1959, pero tres años después, un grupo encabezado por el capitán José Martínez y Heriberto Espinosa, un delincuente apodado El Pintor, entraron a la humilde casa de los Jaramillo y lo asesinaron a él, a su esposa embarazada y a tres hijos. Poco después, los asesinos fueron ejecutados en Guerrero.