La ceguera ideológica de Alfonso Romo

Foto: Cuartoscuro

Por Arturo Huerta González

Periodistas Unidos. Ciudad de México. 29 de septiembre de 2020.- El Jefe de la Oficina de la Presidencia en su discurso del 24 de septiembre en el Consejo Nacional Agropecuario, ha reiterado que el sector privado es la única esperanza de crecimiento para México, por lo que señala que es necesario eliminar todas las barreras para la inversión y que es necesario quitarse de ideologías.

El responsable del crecimiento económico de la 4Treconoció que el sector público “no va poder y no tiene los recursos para poder canalizar su dinero en el 90% de la responsabilidad que tiene hoy el sector privado”. Dijo que “de acuerdo con datos históricos, 90 por ciento de la inversión en proyectos de infraestructura en México es aportada por el sector privado nacional, mientras 7 por ciento es del gobierno y 3 por ciento de los empresarios extranjeros”. Lo que no dijo Alfonso Romo es que esa historia se configuró con el neoliberalismo a partir de 1982, pues en las décadas anteriores, la infraestructura era totalmente pública y no se tenía que pagar para usar las carreteras. Y tampoco dijo que esa creciente participación del sector privado en la economía ha sido resultado de las políticas de austeridad fiscal, altas tasas de interés y libre movilidad de mercancías y capitales que vienen predominando desde los años ochenta que han reducido el tamaño del Estado en la economía y que no se han traducido en mayor crecimiento, ni empleo, ni bienestar para las grandes mayorias de la población. Antes de dichas políticas, cuando el Estado era el rector de la economía, el 43% del total de la inversión fija bruta la realizaba el Estado y la economía crecía al 6.4% promedio anual, a diferencia del menor (o nulo) crecimiento que pasó a configurarse con el hecho que el sector privado realiza el 90% de la inversión total en la infraestructura en el país.

A pesar de ello, el responsable del crecimiento económico del país, plantea que “hay que promover un gabinete de cero barreras a la inversion, tenemos que ser promotores de la inversión privada. No tiene otra salida este país que dar certidumbre jurídica, normativa y física al sector privado nacional porque vamos a ser los únicos que vamos a sacar a este país”. Lo que quiere el Jefe de la Presidencia es que se abra más Pemex y la CFE a la cúpula empresarial, lo que va en contra de lo que el Ejecutivo ha planteado. ¿Por qué el responsable del crecimiento económico en el país, no diseña políticas para dar certidumbre a la inversión privada en el sector industrial y sector agrícola para sustituir importaciones y así reducir el crecimiento de éstas y generar una dinámica interna con alto efecto multiplicador interno a favor del empleo y los productores nacionales? Eso no pasa por su mente, pues para ello habría que expandir el gasto público, como bajar significativamente la tasa de interés e instrumentar políticas proteccionistas para favorecer la produción nacional y el empleo, y el problema es que la posición ideológica de Alfonso Romo y del resto de los economistas del gobierno, están a favor del libre comercio, como de la austeridad fiscal y de la estabilidad del tipo de cambio a través de altas tasas de interés.

Dicho funcionario también destacó que para combatir la pobreza y lograr el crecimiento económico es necesario quitarse de ideologías, por lo que citó a Octavio Paz, al decir que “la ceguera biológica impide ver, pero la ceguera ideológica impide pensar”. Hay que decir que la ceguera idelógica es de Alfonso Romo  y del resto de los economistas del gobierno, que defienden las políticas neoliberales que favorecen al gran capital y siguen confiados en que éste por si solo será el motor del crecimiento y que a pesar de que ello nos ha llevado a la crisis, insisten en lo mismo.

Para ellos “las limitaciones presupuestales del gobierno” limitan su capacidad de gasto y de ahí que están por seguir ampliando la participación del gran capital en la economía. Tal postura se inscribe en el enfoque neoliberal al cual pertenecen y defienden, donde el gasto del gobierno depende de su recaudación. No se dan cuenta que para un gobierno soberano que controla la moneda y trabaja con tipo de cambio flexible, no tiene límites presupuestales. Puede gastar lo que quiera en su moneda y comprar todo bien y servicio que se venda en su moneda y que sea producido internamente. La posición ideológia de los neoliberales se encamina a reducir la participación del Estado en la economía y ampiar la de la cúpula empresarial, a la cual Alfonso Romo pertence. No reconocen que a pesar que el gobierno se ha apretado el cinturon con su política de austeridad fiscal (superávit primario), el sector privado no se ha convertido en el motor del crecimiento, debido a que al contraer el gobierno el gasto e inversión, se reduce la demanda y las opciones de inversión, por lo que el sector privado no puede invertir para impulsar la dinámica económica. Y menos invierte, al estar contraído el mercado externo, tanto por la crisis económica mundial, como por la falta de competitividad.

El Ejecutivo tiene que hacer cambio en sus funcionarios y asesores económicos, que no han dado resultados. Sus recomendaciones y decisiones están llevando a que la economía nacional sea de las que más caigan a nivel mundial en el 2020 y a que no se cumplan las transformaciones económicas que el país requiere para un crecimiento sostenido, menos vulnerable, más soberano y equitativo, por el cual se votó en julio de 2018 y no para seguir con más de lo mismo.

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