Periodistas Unidos. Ciudad de México. 25 de septiembre de 2022.- Mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dice en Naciones Unidas dos medias verdades, entre otras: “Rusia viola descaradamente los principios de la ONU”, como si nuestro vecino del norte no lo hiciera a diario, y que su nación es la “autora de la historia”, sin señalar su expansión imperialista y que la contaminación ambiental mayor es por culpa de ellos.
El papel de los representantes de América Latina en la ONU fue ejemplar: de Gabriel Boric (Chile) a Xiomara Castro (Honduras), pasando por Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), pero especialmente de Gustavo Petro (Colombia).
Dijo el ex guerrillero, convertido en estadista.
Por destruir la planta de coca, un producto natural de su país, han muerto un millón de personas y dos millones de afroamericanos están en las cárceles. Mientras se produce más y más carbón y petróleo para el consumo y la contaminación del planeta.
Si se evitara la guerra contra las drogas- emprendida básicamente por EU-, tendríamos una mejor sociedad, y habría menos ganancias de los traficantes- ahora , se dice, la cantidad llega a 800 mil millones de dólares, y en países como Noruega va aumentando consistentemente-, más amores y una sociedad más solidaria.
Las fumigaciones para destruir plantíos de ese producto, han deforestado grandes extensiones, por lo que plantea Gustavo Petro, “no toquen con sus venenos la belleza de nuestra patria”; la cual, por cierto, en lugar de flores se ve ensangrentada con los miles de personajes que caen diariamente.
La selva amazónica, territorio en el cual desde los años noventa los científicos llamaron a resguardar para bien de la humanidad y contribuir a que no se acelere el cambio climático, está siendo destruida.
El mandatario colombiano habló de las mariposas amarillas, que fascinaban a García Márquez, y llamó a terminar con la guerra contra los estupefacientes de otra manera, para todos vivir en paz.
Condenó obviamente los enfrentamientos entre naciones, pero lo mismo habló del reciente entre Rusia y Ucrania, y asimismo se refirió a los de Irak, Libia y Siria, entre muchas más, donde el principal causante ha sido el Impero del Norte americano.
Dijo que vive en Colombia, uno de los países más bellos del mundo, pero de los más ensangrentados por este combate inútil contra los enervantes.
Gustavo Petro afirmó: “No habrá paz sin justicia social, económica y ambiental”.
Colombia, por cierto, es el segundo país en Latinoamérica que gasta más en armas, provenientes de USA, luego de Brasil. Más de 10 mil millones de dólares.
Un contrasentido.