Presupuesto 2022 y las buenas intenciones
Por Jorge Meléndez Preciado
Periodistas Unidos. Ciudad de México. 13 de septiembre de 2021.- Todo presupuesto, sin excepción, piensa en algunas variables: económicas, políticas, sociales y hasta climáticas- esta última muy poco considerada-, pero siempre se queda corto o no alcanza a vislumbrar la terrible realidad que vivimos en un mundo cada vez más modificable por la globalización y el cambio climático.
En el inició del gobierno de López Obrador se dio un aliento a la migración; hoy es uno de nuestros mayores dolores de cabeza porque Estados Unidos no quiere financiar a los países centroamericanos, siendo que nuestro vecino del Norte creó a la Mara Salvatrucha y apoyó a gobiernos desastrosos de: Anastasio Somoza, en Nicaragua, a Nayib Bukele, en El Salvador. Y Biden está en un predicamento de qué hacer ante ese gravísimo problema, aunque nosotros realicemos, por desgracia, el trabajo sucio.
Terremotos, inundaciones, lluvias intensas, malas prácticas por asuntos heredados tiempo atrás y la globalización que ha maniatado a que los gobiernos decidan, ya que las empresas son ahora las que imponen acuerdos y reglas, generalmente no son tomadas en cuenta para hacer los proyectos en los siguientes años.
Pero, en fin, ya tenemos Presupuesto del 2022, el cuarto año gubernamental de Andrés Manuel, donde los primeros trazos son que se destinarán 7 billones de pesos a todo lo que se necesita. Se prevé un crecimiento de 4.1 por ciento, una inflación de 3.4 anual y que el barril de petróleo se venderá en 55 dólares.
Otras líneas importantes son que no habrá aumento de impuestos, algo que había señalado López Obrador que, si se propondría a estas alturas, aunque la eficaz, Raquel Buenrostro, dice que habrá una recaudación mayor, quizá hasta 30 por ciento, y prometió lo que hace años no se cumple, que habrá un régimen simplificado para el pago de impuestos. ¡Ojalá ahora si se haga!
Las elevaciones en el presupuesto serán en política social, educación y salud. Y en este último rubro se prevé que con una mayor vacunación se reactive el turismo y abran muchos negocios que permanecieron cerrados, ya que algunos importantísimos como la Imprenta Bertha, en Veracruz, luego de 50 años, quebró por falta de trabajo. Y uno se lamenta ampliamente que suceda eso con este y otras empresas prioritarias.
Bienestar casi duplica su presupuesto, ya que, de más de 105 mil millones de pesos, se tienen contemplados casi 297 mil millones. Salud crecerá 15.2 por ciento, llegando a 749 mil millones, incluso para algunos fármacos indispensables y vacunas. Para educación habrá más de 26 mil millones ahora. Y en la SSPC, se erogarán más de 93 mil millones de pesos, 30 mil más.
Sufrirán bajas, la SRE, con ocho mil millones; la Secretaría de la Defensa, con una cantidad similar y, entre otras, Desarrollo Agrario, con casi cuatro mil millones. Algo que no entendemos, en este último caso, si tenemos una dependencia alimentaria del exterior en muchos productos de primera necesidad.
Menos compartimos la baja y el raquítico presupuesto a la Feadle, que cuida la libertad de expresión y a los periodistas, a la cual únicamente se le otorgan 15 míseros milloncejos.
Aunque si estamos de acuerdo que al organismo que lucha contra la corrupción (FECC), tenga una subida de 37 por ciento, llegando a 174 millones de pesos.
Para no aburrirlos con tantos números, sobresale la política actual de ayudar a los más necesitados con las políticas ya conocidas desde que López Obrador era jefe del entonces, Distrito Federal, y que están siendo ampliadas.
Fue bien recibido el documento y al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, se le pidió que a la oposición le diera posibilidades de debatirlo ampliamente, y así debe ser.
Para Citibanamex resultó coherente, incluso porque se estimulará la inversión privada. Para la agencia Fitch se quedó muy corto en sus propuestas. En el caso de diversos grupos hubo reacciones positivas y negativas.
El caso es que salvo ajustes, Morena y aliados tiene la mayoría para aprobarlo.
Esperemos, por cierto, que a los organismos públicos de difusión: televisoras, radiodifusoras y redes no se les vuelva a castigar reduciéndoles su ya limitado presupuesto.
Una apuesta para que la reactivación de México se dé. Ya veremos.
@jamelendez44