Racismo, abusos policiacos y explosiones

Foto: Francisco Guasco / EFE

Por Jorge Meléndez Preciado

            Periodistas Unidos . Ciudad de México. 06 de junio de 2020.- El asesinato, cobarde, alevoso, sin piedad de George Floyd ha traído protestas amplias en Estados Unidos y otras partes del mundo. Donald Trump, como siempre, quiso acusar a los oprimidos de ser los causantes de las protestas, las cuales son parte de una cadena de odio y racismo en la historia de aquel país, como dijo Andrew Cuomo, el gobernador de Nueva York, quien hizo un breve recuento desde el homicidio de Rodney King, en 1991 (Los Ángeles) hasta el más reciente.

            El funcionario dijo que todos los estadounidenses bien intencionados apoyan a los que se indignaron. Y que este acto reciente se debe a la injusticia y la desigualdad que hay en su país.

            En otro video poco difundido por los medios tradicionales, el cineasta Spike Lee mencionó que todo se debe al hijo “de puta” de Donald Trump, quien defiende a los nazis, el KKK y otros derechistas. Dijo que asegurar que Estados Unidos es la casa de la democracia es una tontería, ya que está edificada sobre el genocidio de nativos y sobre la esclavitud.

            El autor del filme Malcom X, alertó que estos crímenes no ocurren sólo en Estados Unidos sino en el mundo y que el cambio no es asunto de blancos y negros sino de todos.         

            Mientras en yanquilandia, lo generales llamados Juan, Allen y Kelly, censuraron a Donald Trump. También el ex secretario de la Defensa y el actual titular de esa posición, Jammes Mattis y Mark Esper, respectivamente, estuvieron en contra de utilizar el ejército contra los que han protestado ampliamente, y hasta han quemado algunos negocios emblemáticos de nuestros vecinos, incluso en la Quinta Avenida de Nueva York.

            Cuánta razón tiene Spike.  A los pocos días nos enteramos del asesinato del albañil Giovanni López (ocurrido el 3 de mayo), en Jalisco gracias a un video de su hermano, lo cual trajo protestas encendidas de la población. Ello porque la policía de aquel estado lo arrestó por no traer tapabocas, lo sometió con violencia y posteriormente apareció muerto con golpeas por todo el cuerpo. El cineasta Guillermo del Toro dijo que fue un asesinato.

            Enrique Alfaro, un endeudador y represor del estado que dice gobernar, le echó la culpa a López Obrador, y un periódico financiero, dijo que la muerte fue por el coronavirus. Aunque luego Alfaro matizó, pero no retiró sus aseveraciones.

            Represión contra pobres y originarios de un lugar es igual en todo el mundo. Ya lo hacen visible: artistas, deportistas, funcionarios de alto nivel y hasta militares.

            ¿Nuevos tiempos?

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