TERESA GURZA

Praha, como se escribe en checo “umbral” es el nombre que le puso la princesa Libuse, esposa de Premysl fundador de la dinastía de los premislitas que gobernó más de 500 años esa bella ciudad llena de leyendas.

No sé si a ustedes les haya pasado, pero yo tengo que estar eliminando a diario del celular mensajes y fotos.

Viviendo en Moscú de octubre de 1982 a enero de 1985, iba cada dos meses a pasar un mes en Praga donde trabajaba como correctora de galeras de la revista internacional Problemas de la Paz y el Socialismo.

Como si no estuvieran las cosas de por sí complicadas en todo el mundo, aparecen robots amenazando con que ellos gobernarían mejor que nosotros.

Aumentan las investigaciones que demuestran que los animales tienen inteligencia, sienten, sueñan, eligen a sus amigos y comunican sus emociones.

Triste contraste en estos días, el del mundo pendiente de cinco millonarios que bajaron por gusto al fondo del océano en la cápsula submarina Titán y a cuya búsqueda se destinaron esfuerzos internacionales y millones de dólares.

Mentira que esta semana haya iniciado la competencia entre esos 4 precandidatos a la presidencia del país, que lejos de sentirse humillados por el despectivo apodo de corcholatas que les puso su destapador López Obrador, se sienten tan…

Pasábamos las festividades del fin de año con Pablo hermano de Matías y su esposa Arlette en la chilena Región de la Araucanía, cuando el primero de enero de 2008 el volcán Llaima comenzó a rugir y aventar ceniza.

De lo que viví, capté y aprendí en esa enriquecedora experiencia que fue vivir dos años en Moscú, me sigue sorprendiendo que un pueblo capaz de producir músicos y escritores de tan indiscutible calidad y valía y con millones de habitantes…

Tengo niveles altos de colesterol y triglicéridos, palabra que me choca porque suena horrible y me recuerda esos miles de casi inmortales, anaranjados y gordos tardígrados, parecidísimos a Trump, que dejó caer el robot espacial israelí…